24 de octubre de 2011

Manizales sin agua: La crisis del modelo ciudad-empresa

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Plantón de los indignados por la crisis del agua en Manizales. Foto Acebedo, Octubre 25 de 2011.

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Estudiantes universitarios se unieron al Plantón y expusieron las razones de sus luchas contra los contenidos de la reforma educativa presentada al Congreso por el gobierno nacional. Foto Acebedo, Octubre 25 de 2011.

Por: Luis Fernando Acebedo R 

Que Manizales se quede sin una gota de agua potable durante más de ocho días es una gran catástrofe ambiental y humanitaria para la subregión centro-sur del departamento de Caldas cuya responsabilidad alguien debe asumir. Si bien es cierto, no es hora de reproches sino de solidaridades para lograr reabastecer de agua a los manizaleños en el menor tiempo posible, también lo es que, una vez superada la crisis, debe hacerse un análisis pormenorizado de las causas y sus responsables, para finalmente establecer los planes y las medidas contingentes orientadas a evitar que, en lo posible, nunca más vuelva a suceder.

Poco a poco se van develando las causas más inmediatas de la crisis, asociada a la imprevisión de las autoridades municipales y la empresa Aguas de Manizales para atender adecuada y oportunamente la provisión del servicio de agua potable a los manizaleños, con criterios de sustentabilidad. Se ha hablado del cierre de la planta de Niza por derrumbes provocados por la pasada ola invernal y la falta de respuesta para ponerla nuevamente en funcionamiento, aun habiendo captado recursos del fondo nacional de calamidades creado por el gobierno nacional para atender oportunamente estas contingencias. Se dice también que la empresa de acueducto le cargó a la Planta Luis Prieto toda la responsabilidad de potabilización y distribución del agua sin medir las vulnerabilidades que ello implicaba para garantizar este servicio esencial para casi 400 mil habitantes. Todo ello en medio de amplias campañas publicitarias anunciando la conquista de nuevos mercados de la empresa de acueducto y alcantarillado por fuera incluso de las fronteras nacionales.

Frente a este panorama, ¿qué es lo que realmente está en crisis?. No es una crisis de agua como la viven muchos países y regiones del mundo por la explotación irracional de la naturaleza que ha implicado la desecación de sus caudales. No por ahora, aunque para allá vamos. Al fin y al cabo, se dice que Manizales es la “capital mundial del agua”, una expresión eufemística propia de los imaginarios de la competitividad donde cada ciudad debe marcar diferencias con respecto a las demás dentro de una estrategia de “marketing” urbano para la venta de servicios. Son más de 15 fuentes naturales de agua que nacen en el Parque Nacional y Natural de los Nevados y en la Reserva Río Blanco, pero son básicamente la subcuenca de Rio Blanco y la cuenca del río Chinchiná las que han alimentado del vital líquido a la ciudad.

Lo que realmente está en crisis es una particular visión de administración y gestión de la ciudad basada en criterios empresariales y que se expresa, en el caso de Manizales, en lo que algunos en el contexto internacional llaman la “ciudad como infraestructura”. Dice Burgess (2011:80) “En este modelo la infraestructura es determinante, en particular aquella que se ha puesto al servicio de la movilidad y de las comunicaciones. Se ocupa de la conectividad, la exclusión y la diferenciación y no de la integridad y la cohesión espacial”.  Burgess no conoce a Manizales pero parece que supiera que aquí primero se construyó una línea de cable aéreo hacia el Ecoparque los Yarumos que no visita nadie porque está quebrado, y de último, pero muy lentamente porque está apenas en su fase inicial, una línea que comunica al municipio de Villamaría en donde están los mayores potenciales usuarios de este servicio de transporte. Burgess tampoco sabe que en el municipio de Palestina se construye un aeropuerto “de talla internacional” pero de alcance nacional, que terminará costando 8 o 10 veces más de lo presupuestado y se consumió los recursos municipales y departamentales con los cuales se podría estar solucionando los problemas de la salud o dotando de vivienda a todas las víctimas del invierno o quizás construyendo nuevas plantas de potabilización de agua en distintos puntos de la ciudad. Si Burgess supiera que en esta ciudad se está construyendo un “Macroproyecto de Vivienda de Interés Social” en la Comuna San José en donde todos los recursos nacionales se están invirtiendo en la construcción de la Avenida Colón y no en las viviendas para los más pobres, entonces Burgess llegaría a la conclusión de que la capital mundial de la “ciudad como infraestructura” queda en Manizales.

“Ciudad-empresa” y “Ciudad como infraestructura” son dos conceptos que podrían verse como diferentes, pero no es así. En el caso de Manizales son sinónimos. Bajo los criterios de competitividad y eficiencia del mundo empresarial, aparentemente impenetrable a los fenómenos de la corrupción, se intenta demostrar que la ciudad se comporta como una empresa cuyos obreros son todos sus ciudadanos, quienes a la vez son sus clientes; la dirige un grupo de “tecnócratas” que toman decisiones supuestamente basadas en “estudios técnicos” y aparentemente sin las influencias de los politiqueros de siempre; vende servicios y si pudiera, también vendería la ciudad en los mercados globales; se estructura en torno a departamentos o secretarías cuya misión fundamental es construir infraestructuras para sus socios principales, las empresas trasnacionales o las pequeñas redes clientelistas de empresarios locales, quienes reciben jugosas utilidades legales o subrepticias repartidas entre los encargados de hacer funcionar las máquinas de producir rentas especulativas; son ciudades flexibles en cuanto a que buscan romper todas las normas –incluso las ambientales y por supuesto las de ordenación territorial- con tal de satisfacer los apetitos voraces del capital local o global; son fragmentadas social y territorialmente, abiertas a un tipo de inversión extranjera que reclama condiciones jurídicas y financieras excepcionales y espacios exclusivos desde donde se importan y exportan productos y mercancías sin controles fiscales o parafiscales.

Para las ciudades-empresa el agua no es un derecho fundamental sino un servicio que cuesta, un recurso intercambiable en las bolsas de valores, o mejor, una mercancía ligada a las redes del mercado. Como derecho fundamental hace parte de los mínimos necesarios para garantizar la existencia humana y la calidad de vida individual y colectiva, pero eso poco les importa a los infraestructuralistas en tanto que el acceso al agua como mercancía está regulado por las leyes de la oferta y la demanda. De ahí que la privatización de las empresas de servicios públicos haya avanzado en casi todas las ciudades en perjuicio del reconocimiento del mínimo vital que debería aplicarse no solo al agua, sino también a la energía o al gas. De ahí también que haya un retraso histórico para lograr la ordenación ambiental de la cuenca del río Chinchiná y la descontaminación de la quebrada Manizales, uno de sus afluentes mas atropellados por el infraestructuralismo de corte empresarial.

Todo esto demuestra que todavía siguen plenamente vigentes las propuestas lideradas por el referendo del agua y su lucha por reconocerla como un derecho fundamental, porque de esta manera tendría que darse un debate mucho más amplio por la protección de los derechos ambientales, otro asunto íntimamente relacionado y ampliamente vulnerado por el país-empresa que insiste en convertirse en distribuidor neto de materias primas para los centros de poder global y las empresas multinacionales, principales causantes del calentamiento global.

Referencia bibliográfica:

Burgess, Rod. (2011). Determinismo tecnológico y fragmentación urbana: un análisis crítico. En: Pradilla Cobos, Emilio. Ciudades compactas, dispersas, fragmentadas. Ed. Miguel Ángel Porrúa. Universidad Autónoma Metropolitana. México.

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Aspecto de la nutrida concentración de los indignados en Manizales clamando justicia por el desabastecimiento de agua en la ciudad. Foto Acebedo, Octubre 25 de 2011.

5 de julio de 2011

Por un día estudiantes realizan intervención urbana en la Carrera 23 de Manizales

Por: Luis  Fdo. Acebeedo R.

El pasado 25 de Marzo el filósofo y doctor en literatura comparada Armando Silva, visitó la ciudad de Manizales y ofreció una conferencia en el Fondo Cultural Cafetero para explicar el sentido de sus amplias indagaciones sobre los imaginarios urbanos, desarrollados principalmente en las principales metrópolis de América Latina, Europa y EE.UU. La conferencia fue impulsada por varios sectores y líderes cívicos de la ciudad que adelantan diversas actividades orientadas a la recuperación de la carrera 23, coordinados por la gestora cultural Matilde Cuartas de Gómez y el Concejal Juan Sebastián Gómez, entre otros.

Desde la Escuela de Arquitectura y Urbanismo nos quisimos vincular a esta iniciativa a través de la asignatura electiva Territorio y Sociedad que yo lidero, preparando con mis estudiantes unas intervenciones urbanas empleando la técnica del “Happening” para tratar de hacer explícita la relación directa entre espacio público y ciudadanía en el contexto de la reflexión sobre la cultura ciudadana. Este ejercicio se materializó el pasado 10 de Junio.

¿Pero qué es una intervención urbana?

Se entiende como un acontecimiento en el espacio público, una “acción”, una dinámica, una alteración, un cambio, una sorpresa, el desenvolvimiento de un proceso de subjetivación que pueda devenir una experiencia de creación diferente. Supone, además:

- Acercamiento del arte a la vida.
- Implica la participación directa del público, no sólo como espectador.
- Apropiación creativa de un espacio.
- Participación del arte como práctica social, conlleva un mensaje político.
- Marca simbólica que genera interés.

La Intervención Urbana instala producciones en espacios que no preveían su aparición y por lo tanto, son motivo de una reformulación del sentido de los lugares que ocupan. Su escritura pone en crisis las funciones ya asignadas para los mismos, produce cambios, críticas, “ambigüedades”. (Mauro Chiarella, Javier Fedele, Senda Sferco, Huaira Basaber. Intervenciones urbanas - Transversalidad e interdisciplina para estudios urbanos. En: arquiteturarevista - Vol. 3, n° 2:45-55 (julio/diciembre, 2007)

Con base en estos criterios generales hicimos un recorrido urbano para identificar algunas de los fenómenos o acontecimientos más característicos de la Carrera 23 de la ciudad de Manizales, susceptibles de intervenir. Finalmente, con los estudiantes seleccionamos tres temas importantes junto con igual número de lugares apropiados para desarrollar el ejercicio.

Intervención Urbana 1: Carrera 23 entre calles 27 y 28. Es una intervención sutil sobre el mobiliario urbano de estas manzanas, particularmente sobre los bolardos, las palmeras y las bancas. Las palmeras fueron decoradas con unas vendas que simulan heridas; las bancas fueron intervenidas con cojines, y los bolardos se forraron en cartón y aumentados de tamaño, simulando soldaditos de plomo.


Intervención Urbana 2: Carrera 23 entre calles 28 y 29. Fue una intervención en tres planos horizontales y verticales. Los dos primeros hicieron parte de un cierre lateral entre la calle y las aceras con plástico transparente. El tercer cierre fue horizontal, sobre los dos anteriores, a una altura de 5,00 metros aproximadamente, por medio de un tejido a base de soga y unos plásticos traslúcidos multicolores que proyectaron múltiples sombras sobre el piso.



Intervención Urbana 3: Carrera 23 entre calles 23 y 24. Fue una intervención a base de fotografías en escala 1:1 de dos personajes típicos y característicos del lugar. Se trata de una pareja de músicos en situación de discapacidad por ceguera que permanecen pidiendo limosna al frente del Banco de La República. En el imaginario urbano se les conoce ampliamente con el nombre de “Los nada que ver”. Se reprodujeron estas imágenes a lo largo de esta cuadra (3 veces) en cartón rígido.




Si bien es cierto fue nuestra primera experiencia en este sentido, las lecciones fueron muy interesantes. Destaco sólo algunas e invito a mis estudiantes y al público en general a comentar este ejercicio.

Los estudiantes pudieron experimentar con metodologías alternativas de encuentro entre ciudadanía y espacio público en donde el arquitecto puede participar con o sin mediaciones, dependiendo de su propuesta e intereses.

Los ciudadanos salieron de la rutina y encontraron nuevas formas de apropiación del espacio público, pudieron reflexionar libremente sobre su significado, acudiendo a nuevos referentes, historias y memorias que les permitieron hacerse otras preguntas sobre su condición de ciudadanos y las formas de materializar el derecho a la ciudad.

El espacio público no puede entenderse únicamente desde su dimensión física porque en su relación con diversas manifestaciones artísticas y culturales es posible darle un nuevo carácter, ya no como ente pasivo y receptivo, sino como objeto y sujeto de cambios, comportamientos, actitudes y formas de apropiación de la ciudad como fenómeno público y colectivo.

Yo diría que vale la pena continuar experimentando estas relaciones entre sociedad, espacio y conocimiento en donde la arquitectura puede hacer nuevas busquedas de sentido a su proyección social a través de intervenciones urbanas como expresiones efímeras y liminales de la realidad citadina.

Ver Agencia de Noticias UN en la siguiente dirección:

http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/nc/detalle/article/por-un-dia-estudiantes-realizan-intervencion-urbana.html

Ver Video Prismatv, Universidad Nacional en la siguiente dirección:

 http://www.prismatv.unal.edu.co/nc/detalle-serie/detalle-programa/article/happening-en-la-23.html

14 de junio de 2011

Del “Plan” al “Resultado” en el sector de la Comuna San José

Por: Andrea Catalina Martínez Rodríguez [1]

Avenida_ColonApertura de la Avenida Colón en la Comuna San José. Fuente: http://www.lapatria.com/story/cifras-del-macroproyecto-san-jos%C3%A9-poco-les-cuadran-algunos-concejales

Recuerdo cuando llegaba a mi casa a almorzar y nos reuníamos con mi abuelito a contar anécdotas del día. En varias ocasiones decía orgulloso: “por la casa va a pasar la Avenida Colón”, y todos en la mesa, escépticos, cambiábamos el tema y no le prestábamos atención. Unos años después le compraron su casa y fue efectivamente para la construcción de una vía de la que poco habíamos escuchado. Recuerdo que mi abuelito tenía una casa en el barrio La Avanzada, donde habían nacido mis tías y mi mamá; una casa grande de 3 pisos, de las mejores de la cuadra. Mis tías contaban historias de aquella época, cuando salían del colegio y debían correr a la casa por miedo a que las robaran o que se vieran agredidas por un “marihuanero”. Finalmente, decidieron salir de este barrio tan “peligroso” y buscar una mejor calidad de vida para sus hijos, aunque mi abuelo insistía con su idea de que la Avenida Colón iba a propiciar un mayor “avalúo” de la casa y que también indicaría un mejoramiento de la calidad de vida.

Empiezo con esta historia personal, ya que me quiero referir en primera instancia a los problemas sociales de la comuna San José, de la cual está proyectada su renovación urbana y de esto hablaré en el presente ensayo.

A medida que mi abuelo envejecía, mis tías lo asediaban y trataban de prohibirle que fuera a su casa, que por cierto se vio obligado a arrendarla. El viejo estaba tan apegado a esta casa, a una propiedad raíz de la cual solo habían recuerdos amarrados a ella y de los que no quería soltarse. Pero mis tías temían por su salud y por su seguridad, además le gustaba ir mucho a la plaza de mercado de La Galería a comprar las verduras y las frutas que le resultaban más baratas, según él.

En este contexto, tomaré como temas principales a discutir, el planteamiento del Macroproyecto San José y el Plan Parcial de la Galería, proyectos que hacen parte de la renovación urbana que se tiene prevista para una de las zonas “residuales” de la ciudad.

Cuando me refiero a “zonas residuales” hablo de asentamientos informales que surgieron espontáneamente y se salieron de las manos de los planificadores de la ciudad. Estas zonas, consideradas por muchos “nidos de ratas”, de donde salen los ladrones, drogadictos y prostitutas, y consideradas por otros simplemente el sitio de vivienda de personas de muy bajos recursos, que como todos los seres humanos necesitan un lugar para protegerse de la lluvia y el frio; un lugar que pagan de acuerdo a sus capacidades económicas. Aquí nacen los tugurios y los asentamientos informales de ladera en constante riesgo de deslizamiento.

También aparecen predios ocupados ilegalmente por personas que no están en capacidad de comprar un lote en ninguna otra parte de la ciudad y por lo tanto invaden predios vacíos, que en esta ciudad de montañas resultan ser laderas en riesgo no aptas para la construcción. Esto lo podemos observar en datos estadísticos que nos muestran los estudios realizados para el Macroproyecto San José (2009):

- El 60% de las viviendas en zona de riesgo en Manizales, se encuentran en la zona de ladera de la Comuna San José.

- 1.660 familias viven en zonas de alto riesgo por deslizamiento, sismo e incendio.

De esta situación económica, además del problema de ocupación de la ladera, se desprenden otros problemas sociales y de educación como lo vemos en los siguientes datos de este estudio:

- La esperanza de vida al nacer es de 54 años.

- Según el Índice de Necesidades Básicas Insatisfechas, el 23% de los hogares está en pobreza y el 7,1% está en situación de miseria.

- La primera causa de mortalidad es el homicidio.

- 1.500 niños en edad escolar sufren desnutrición crónica.

- El 92% de los habitantes está en los estratos 1 y 2.

- Hay un déficit cuantitativo de 3.626 viviendas y 2.680 hogares habitan en hacinamiento.

- Bajo nivel educativo con un promedio de 6,6 años de estudio por habitante.

- El 24% de la población está desempleada, y de los ocupados el 40% son trabajadores independientes y el 28% se desempeña en actividades informales.

El Macroproyecto San José, tiene por objetivo mejorar las condiciones de vida de los habitantes de ese sector, aunque desde mi punto de vista, este gran proyecto beneficiará a toda la ciudad, pero me queda la duda de si cada una de estas 1660 familias podrán pagar un apartamento en alguna torre de la propuesta de Vivienda de Interés Prioritario (VIP).

Creo que en este momento nace la duda de si el proyecto además de mejorar el espacio urbano de este sector y reducir tal vez la inseguridad y algunos problemas sociales, propiciará el desarrollo social y económico de los habitantes o generará que los actuales habitantes se desplacen hacia otro sector y vuelvan a incidir en los asentamientos ilegales.

Un gran integrante central y decisivo de este Macroproyecto es el Plan Parcial de la Galería. Este es un foco central económico del sector, donde se reúnen comerciantes de todos los niveles a ofertar y demandar productos. Este Plan Parcial lo que busca es mejorar la calidad del espacio de la Galería, mas no quiere implicar un traslado de las actividades. Desde mi punto de vista, este Plan dialoga amablemente con el estado actual de la Galería, sin querer demoler todo, a diferencia de lo que se plantea en el Macroproyecto referente a la vivienda, que aunque sería imposible conservar lo que ya está, lo ideal sería no desplazar a tanta gente.

Así como lo afirma Acebedo (2009) en su artículo de Caleidoscopios Urbanos, el sector de la Galería es uno de los sectores más conflictivos pero a la vez más recordados y queridos por los habitantes del sector:

“En buena hora se tomaron dos decisiones de gran importancia estratégica para la ciudad: Proponer una Renovación Urbana del Sector y formular un Plan Parcial como mecanismo para definir integralmente las acciones a seguir en el mediano plazo. Estos dos pasos adelante marcaron el camino para superar una tradición ya cuestionada por la constitución política y la legislación colombiana, que en materia de urbanismo privilegiaba las actuaciones predio a predio para solucionar conflictos urbanos.”

Además, afirma la importancia de que estos planes y proyectos se vuelvan acciones a mediano plazo, dando lugar a una realidad urbana y dejando a un lado la utopía planificadora.

Es posible que mi punto de vista sea supremamente sociológico, sicológico y humanista, pero para mí es muy importante tener en cuenta a las personas que habitan el sector, ya que ellos son los responsables de darle una memoria al lugar, y aunque se busca darles una mejor calidad de vida, mientras no se genere un espacio en la economía para estas personas excluidas por la sociedad, estos individuos no podrán disfrutar de los nuevos espacios propiciados por los nuevos proyectos y surgirá espontáneamente la misma historia y volverá a existir una zona “residual” en la ciudad.

Referentes Bibliográficos:

Acebedo Luis Fernando (2009). El Plan Parcial de Renovación Urbana del sector de La Galería. Un tema obligado de la política urbana en Manizales para los años venideros. Disponible en: http://caleidoscopiosurbanos.blogspot.com/2009/06/el-plan-parcial-de-renovacion-urbana.html . Consultado el 28 de mayo de 2011.

Patiño, Ricardo. Edición del 28 de abril de 2011. Cifras del Macroproyecto San José poco les cuadran a algunos concejales. Disponible en: http://www.lapatria.com/story/cifras-del-macroproyecto-san-jos%C3%A9-poco-les-cuadran-algunos-concejales. Consultada en 25 de mayo de 2011.

Presidencia de la República. Macroproyecto de Interés Social Nacional para el Centro Occidente de Colombia, San José–Manizales. En: http://www.slideshare.net/genesis182/macroproyecto-san-jos-presentacin-social. Consultada el 27 de mayo de 2011.


[1] Estudiante VII Semestre de Arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia, sede Manizales, quien amablemente cedió a Caleidoscopios Urbanos este artículo producido en la Asignatura Proyecto VII del I Semestre de 2011, bajo la tutoría del profesor Luis Fernando Acebedo R.

13 de junio de 2011

La aplicación de lo concertado vs. lo no concertado en la Comuna San José de Manizales

Por: Mariana Montoya Salazar[1]

Diferentes estamentos para la planificación de las ciudades se han aplicado a lo largo de la historia reciente de nuestras ciudades. Figuras como los POT (Plan de Ordenamiento Territorial), macroproyectos y planes parciales han abordado la configuración espacial, económica, y cultural de las poblaciones con el fin de plantear soluciones integrales que lleven a éstas hacia una consolidación, mejoramiento y en muchas ocasiones, legalidad de sectores de ciudad y territorio planteados a diferentes escalas de intervención y con una practicidad de actuación de corto mediano y largo plazo.

La necesidad de que estas herramientas de planificación fueran integrales ha llevado a plantear políticas para su aplicación en las cuales la empresa pública, la empresa privada y la academia juegan un papel fundamental para su planeación y ejecución, donde la participación de la ciudadanía consolidaría estos planes como fundamentos democráticos y en donde las cargas y beneficios están garantizados para ser equitativos.

Sin embargo, la aplicación de las herramientas necesarias para una coherente ejecución que vaya en concordancia con las escalas de intervención de la planeación del territorio en muchas ocasiones es tergiversada por diferentes intereses entre las partes que intervienen y direccionan los procesos hacia su conveniencia, entorpeciendo los desarrollos integrales que buscarían un bien común. Este entorpecimiento no ha sido ajeno al caso de los procesos urbanísticos en Manizales, ya que el intento de la actuación integral necesaria para su ejecución entre empresa pública, empresa privada y academia, en muchas ocasiones, por no decir en todas, hace caso omiso a alguna de ellas para beneficiar a otras.

Esta característica de manipulación de alguna de las partes hace que los resultados no sean los deseados y que la participación ciudadana quede relegada dejando de lado sus intereses. En el caso de Manizales vemos cómo la falta de criterios para instaurar una política coherente de planificación se ve ejemplificada en el caso de la configuración de los niveles de intervención al difundir la necesidad primero de un Plan Parcial y después de un Macroproyecto, cuando en realidad esta consolidación debería partir desde un todo y luego sí puntualizar las necesidades de un sector de ciudad tan diverso y heterogéneo, partiendo obviamente del Plan de Ordenamiento Territorial.

Sin embargo, conociendo las cualidades de la primera escala de intervención del Plan Parcial de la Galería en donde su principal argumento es complementar las disposiciones del POT y aplicar una planificación de escala intermedia para puntualizar en un sector de la ciudad, el macroproyecto San José -de una escala mucho mayor- debería exigir más compromiso con la Comuna y sus habitantes, buscando una planificación más detallada del sector para consolidar e integrar un espacio urbano de mayor alcance con un contexto inmediato como lo es el Plan Parcial de la Galería. Este último va mucho más allá de un hecho físico, el cual incluye decisiones de gran importancia como valorar el patrimonio e integrar la participación ciudadana sin desconocer los precios del suelo, las diferentes dinámicas del sector inmobiliario y los procesos industriales y políticos que inciden en la conformación de un planteamiento urbano que sustenten las dinámicas que se buscan proponer y rescatar.

Por su parte la integración de un macroproyecto como escala de intervención que podría acoger diferentes planes parciales en un sector de ciudad, debería ir en coherencia y dialogar simbióticamente para que la viabilidad del mismo afecte positivamente unas dinámicas urbanas tan cambiantes. Sin embargo, su materialización en el caso de Manizales es un ejemplo de la mala planificación en Colombia, manipulada por la empresa privada para su propio beneficio y en detrimento del interés público, patrocinando de cierta forma la corrupción y el enriquecimiento irresponsable por parte de ciertas instituciones.

En el caso del macroproyecto San José que acogió el Plan Parcial de la Galería, las disposiciones y recomendaciones que desde el plan parcial se brindaron y que se integraron en discusiones académicas, no se asumieron como parte fundamental del macroproyecto San José y por el contrario contrarrestaron con decisiones que afectaron radicalmente los resultados al presente y comprometen sin ninguna duda su futuro. Estos principios que desde su filosofía deberían concertar los macroproyectos, tales como brindar una solución integral, una concertación público privada, y una equitativa distribución de cargas y beneficios, están negados en un principio porque su excluyente postura dejó subordinada la posibilidad de instaurar negociaciones menos dañinas a un ya muy golpeado sector de la ciudad por la propia situación socioeconómica en franco deterioro. El manejo de predios mediante compra y expropiación le dio la espalda a comerciantes de mediana envergadura en vez de integrarlos al proyecto y de esa manera potencializar sus cualidades como parte fundamental de un sector económico.

Este resultado excluyente condena a los más pobres a la situación denigrante que hoy vivimos, donde la principal característica de estos estratos bajos es estar ubicados en periferias, lugares de alta vulnerabilidad, y donde la ilegalidad de predios se presta, aunque suene contrario, para su consolidación. La sostenibilidad en principio está negada ya que el vínculo que en algún momento de la formulación del Plan Parcial de la Galería llegó a tener, se desasoció en el megaproyecto. La falta de participación ciudadana, hizo antidemocrática la mayoría de las decisiones allí tomadas, el sector económico favoreció y de alguna forma patrocinó el monopolio de quienes ya gobiernan, haciendo incierto el desarrollo de los proyectos planteados como necesarios para el desarrollo y mejora del lugar; el principio ambiental sigue sin rescatarse, siendo según sus bases un pilar residual, sin mayor trascendencia ni respeto al valor histórico del lugar y a los habitantes de esta zona.

REFERENTES BIBLIOGRAFICOS:

Acebedo, Luis Fernando, (2010). “MISN San José: dos formas de intervenir la comuna, dos resultados diferentes”. En: http://caleidoscopiosurbanos.blogspot.com/2009/06/el-plan-parcial-de-renovacion-urbana.html , Colombia. Consultado el 30 de mayo de 2011.

Universidad Nacional de Colombia (2007). Presentación: “Plan Parcial de Renovación Urbana del sector de la Galería, Manizales- Caldas”. Documento sin publicar.

Acebedo, Luis Fernando, Grupo de trabajo académico en urbanismo (2011). Presentación: “Macroproyectos urbanos”. Documento sin publicar.


[1] Estudiante VII Semestre de Arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia, sede Manizales, quien amablemente cedió a Caleidoscopios Urbanos este artículo producido en la Asignatura Proyecto VII del I Semestre de 2011, bajo la tutoría del profesor Luis Fernando Acebedo R.

2 de mayo de 2011

De las llanuras del Serengueti a la vida “salvaje” de Merlín.

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Merlín y su mirada inquisidora.

Por: Luis Fdo. Acebedo R.

 

Con nuestras primeras letras nos enseñaron que la especie humana era la más avanzada de todas las especies que hay sobre la tierra, y sin embargo, a veces actuamos en contravía de ese concepto. Yo no estoy muy convencido de esa contundente afirmación, porque en no pocas oportunidades, especies distintas a la nuestra dan lecciones de vida mucho más profundas de las que reivindicamos como producto de una gran civilización e inteligencia.

Merlín es uno de esos especímenes que me ponen a reflexionar con mucha frecuencia. Sigo con atención sus comportamientos y me pregunto todos los días si él no está haciendo exactamente lo mismo con nosotros.

Son muchas horas en las que Merlín pasa al frente de la ventana de la sala de mi casa, subido en el lomo del sofá principal, observando con atención lo que sucede a su alrededor. Ninguno de nosotros ha logrado desarrollar tal capacidad, hasta el punto de saber con precisión a qué horas pasa el repartidor de periódicos en una moto sin silenciador o el momento en que los celadores distribuyen los recibos de los servicios públicos. En ambos casos, Merlín los espera pacientemente para hacerles la labor imposible. Resulta inevitable leer el periódico en las primeras horas de la mañana con la primera hoja hecha trizas como dejando constancia de su inconformidad con los titulares diarios de la prensa. Y lo mismo sucede con los servicios públicos, pues al ingresarlos por debajo de la puerta son devueltos con rabia y beligerancia, como queriendo rechazar los altos valores con que llegan. Por fortuna los pago por Internet porque sentiría una vergüenza terrible tener que presentar en el banco los recibos partidos en mil pedazos.

A veces pensamos que el verdadero “jefe” de la manada es él y nosotros actuamos y nos comportamos según sus determinaciones. Y es que a la final, son más las cosas que nosotros debemos hacer por él que aquellas que él hace por nosotros. Por ejemplo, en esta casa, Merlín sabe y nosotros hemos aceptado tácitamente, que en los asuntos relacionados con su sobrevivencia la responsabilidad es nuestra. Y en aquellas oportunidades que hemos incumplido esta tarea ha sabido arreglárselas acudiendo a las sobras de las basuras propias o ajenas.

Hace apenas unos días decidió tomar por sus propios medios, un hueso de carnaza que reposaba en la alacena. Él sabía perfectamente que era suyo y de nadie más. También nos ha demostrado que en casos excepcionales no requiere de nuestra ayuda para procurarse su sustento. Su propia naturaleza lo llama a no desperdiciar cualquier bocado que se encuentre en el camino, con lo cual nos recuerda que pese a las reglas de esta casa no olvida sus orígenes y sus patrones de comportamiento.

Pero también Merlín conoce muy bien sus responsabilidades. La que más me sorprende es su incondicionalidad para brindar afecto. En eso se diferencia mucho de nuestra especie, más proclive a condicionar las actuaciones en función de uno u otro interés coyuntural.

Pero esta reflexión va en el sentido de que nuestra especie es tal vez la que más se resiste a aceptar los designios de su propia naturaleza y de aquellas que le impone el devenir de su existencia sobre la tierra. Me encanta seguir con atención la vida salvaje –pero de gran sabiduría– que nos muestran los programas de televisión en aquellos resquicios del planeta que por fortuna la especie humana no ha colonizado. Las llanuras del Serengueti o el desierto de Karajari, las profundidades marítimas o los territorios polares. En todos esos lugares exóticos se encuentran diferentes especies venciendo las inclemencias del tiempo, las condiciones abruptas del terreno o mimetizándose para sobrevivir a los ataques de sus enemigos. Tales condiciones obligan a circunstancias imposibles de lograr por nosotros, como aquella de tener que hincarse apenas unos segundos después de haber nacido, identificar rápidamente a su madre y desencalambrarse para salir corriendo, bien por su condición nómada o por los peligros de morir tras el ataque sorpresivo de sus enemigos hambrientos.

Otra cosa que me sorprende de los animales salvajes, especialmente de aquellos que tienen un comportamiento gregario como nosotros, es la sabiduría con la cual los mayores deciden abandonar a los jóvenes que ya han sido preparados para la sobrevivencia. Primero la paciencia para enseñarles a cazar, luego la indolencia con quienes se resisten a avanzar y finalmente, la despedida fría, a veces violenta, para que la competencia por el alimento no afecte la estabilidad de la manada o para proteger la especie de los linajes familiares, o simplemente para estimular la conformación de nuevas manadas, algunas de las cuales, se convierten al cabo del tiempo en sus más fervientes enemigos.

No reivindico la vida salvaje. Pero me llama profundamente la atención la racionalidad que lleva implícita. El hecho de reconocer los cambios que el tiempo y el desarrollo de la vida imponen. La inexplicable ternura de las especies más salvajes y sangrientas para con sus crías; las lecciones diarias para sobrevivir; las reprimendas por los comportamientos desfasados de los jóvenes rebeldes que se atreven a ignorar el peligro y desafiar a la inmensidad de la llanura, abandonando la seguridad de sus guaridas; la ayuda de sus congéneres para con los enfermos o la valiente despedida de los ancianos para esperar su muerte en solitario. Todas ellas, entre otras, son lecciones de vida que nosotros, en no pocas oportunidades pretendemos ignorar. Adaptabilidad, flexibilidad, aprovechamiento de las oportunidades, apertura a los cambios, valoración del tiempo y de las oportunidades, son entre otras, lecciones propias de la vida salvaje que debemos replicar en nuestro devenir para garantizar la supervivencia en medio de las mieles de la civilización.

27 de marzo de 2011

Armando Silva y los imaginarios urbanos en Manizales

El pasado 25 de Marzo el filósofo y doctor en literatura comparada Armando Silva, visitó la ciudad de Manizales y ofreció una conferencia en el Fondo Cultural Cafetero para explicar el sentido de sus amplias indagaciones sobre los imaginarios urbanos, desarrollados principalmente en las principales metrópolis de América Latina, Europa y EE.UU. Tomé amplia nota de sus ideas. Ofrezco al lector mis apuntes.

Propuso desarrollar tres grandes temas:

a. Explicar en qué consisten las investigaciones sobre los imaginarios urbanos.

b. Exponer los métodos e instrumentos para trabajar con los imaginarios urbanos.

c. Plantear la relación entre los centros históricos y los imaginarios urbanos. Un proyecto que integra 23 ciudades de América Latina, Europa y EEUU.

En torno al primer tema, propuso distinguir la ciudad del urbanismo. En el siglo XX es la primera vez en la historia que la ciudad no coincide con el urbanismo. No son equivalentes porque para ser urbano no se requiere vivir en la ciudad. El proyecto está orientado a lo urbano y particularmente al urbanismo ciudadano. Es decir no solo lo físico. En este sentido, es necesario entender que el urbanismo dominante hoy en día es el urbanismo ciudadano.

Planteó la relación existente entre lo real y lo imaginario. La ciudad de los signos es tan importante como la ciudad real. En la sociedad del conocimiento no podrían separarse.

Habló sobre los procesos de crecimiento que se dieron en EEUU formando ciudades no céntricas. Son urbanismos sin ciudad que fueron consolidándose a través de varias tipologías:

Alrededor de las estaciones de gasolina que están sobre el camino, convertidas en lugares de compras, de encuentro, en supermercados. Estos lugares que eran de fuera de la ciudad comenzaron a producir urbanismos. Esto se está expresando también en las ciudades históricas.

Los centros de las ciudades se van desprendiendo. Se van abandonando o habitando por otros sectores sociales.

El hecho tecnológico va descentrando esos espacios. Las personas no frecuentan la ciudad. La ciudad digital empieza a actuar a destiempo de la ciudad real. Da lugar a otro tipo de ciudad. El estar en red ya es un signo ciudadano. Las tecnologías se expanden por todos los sectores sociales. Caso concreto: el celular. En Colombia tenemos más personas conectadas al celular que al agua.

Es difícil entender al ciudadano sin tecnología. Cuando a una persona se le pierde el celular qué pasa? Es distinto a perder el reloj porque está relacionado con el tiempo, pero el celular es perder la conectividad. Eso es una locura, una angustia, nuevos delirios, nuevas desterritorializaciones. Ocurre en la ciudad virtual que es también la ciudad real.

La ciudad se está usando más o menos? Afecta el transporte, la relación de la ciudad con el centro, etc. Las ciudades tienden en principio a usarse menos. Debido al mismo hecho tecnológico. Uso intensivo de la tecnología. Ya muchos no van a los lugares de trabajo. En la universidad aumentan los cursos en línea. Por el lado cultural, hay razones para que se utilicen menos los centros de las ciudades y las ciudades. Los centros son asociados al peligro. Ciertos sectores sociales no van al centro por imaginarios del miedo.

Hay una descentración de los centros históricos por otros, que son los centros comerciales. La ciudad se puede recomponer en sus flujos en unos usos muy localizados. El policentrismo de las ciudades. No se usa toda la ciudad sino un pedacito. Esto tiene muchas complicaciones hacia el futuro desde el punto de vista del urbanismo físico.

En Bogotá, el borde oriental comprendido entre la calle 26 y la 127 y entre la Avenida Circunvalar y la carrera 30, moviliza 3,5 millones de personas; Transmilenio moviliza 600 mil pasajeros. El metro se justifica por eso, aunque si ya no se usa la ciudad, se volvería un elefante blanco. El transporte físico es un elemento determinante de este tema.

Lo real y lo imaginario:

El hecho real, la manera como se representan, es parte del mismo hecho real. Cuando hablamos del imaginario, qué se quiere decir. El imaginario no son solamente las fantasías, no son ilusiones, es la imaginación libre, es lo que no es realidad, poco a poco se va volviendo preciso el concepto. Los imaginarios son visiones del mundo que tenemos. No es utopía. Tampoco es inconsciente colectivo. ¿Qué es hoy en día el Imaginario Urbano?. Tiene que ver con una construcción estética del ser humano. Y en eso se emparenta con el arte y con los sueños, pero no son ni lo uno ni lo otro.

Cuando soñamos estamos dormidos. Si uno no sueña se muere. Es un hecho fisiológico. Es un gran vecino de los imaginarios. Freud lo alcanzó a vislumbrar. El sueño es una actividad nocturna. Los imaginarios son de día y se hacen despiertos, pero los une que son estética. Ya no una estética de arte, sino social.

En el arte, los imaginarios generalmente son hechos por personas preparadas. Tiene que ver con un acto de creación. Actividad consciente. Esfuerzo destinado a producir arte, es una estética del arte. Mientras que los imaginarios siempre serán una estética social. No pueden hacerse individualmente. Son colectivos.

Viene de aspectos más profundos que las palabras. Son los deseos. Los deseos se vinculan con el futuro, con el porvenir. Hay un mismo objeto del deseo que coincide. No es un deseo colectivo, sino que hay coincidencia en el deseo. Es una construcción pública. Va a ser una fuerza estética y por lo tanto tiende a producir formas. No se pueden ver, son invisibles. No es el objeto que se ve. Los imaginarios alimentan las representaciones.

No le tomo fotografía al miedo, sino a la representación del miedo. El imaginario se encarna. ¿Existen imaginarios globales? No existen, porque el imaginario como encarnación funciona comunalmente. El concepto sobre lo glocal se me hace superficial. Cuando hablamos de lo local allí está lo global. Está en mi localidad. Incluso con el concepto del no-lugar. Porque al contrario, los no lugares son los lugares de la contemporaneidad. Hay que usar el concepto del sitio. Los aeropuertos, por ejemplo, no son no lugares, al contrario, son los lugares contemporáneos llenos de emociones.

Se pensó que lo global es lo humano. Es humano tener miedo, pero el miedo se localiza en un sitio y ese sitio es comunal. El terremoto en Manizales es un imaginario del miedo, pero no se da en México o Rio de Janeiro.

Los imaginarios son una teoría estética de los sentimientos sociales incorporados en distintos objetos de la vida cotidiana. Los odios, racismos son imaginarios. El amor, la venganza. Se habla de una sociología de los sentimientos. Los sentimientos nos mueven. En Colombia elegimos a un presidente para acabar con un grupo armado.

Hay unos imaginarios fundantes. Mataron a Gaitán, un imaginario bogotano. Es la realidad construida socialmente, entonces es la realidad. Hay muchos imaginarios. Catástrofes: Haití, Japón, Chile. Hay un imaginario bíblico. Se muestran iguales? No. ¿Por qué en Haití muestran los cadáveres, junto al epígrafe del país más pobre e incivilizado? En Chile no se muestran muertos, sino edificios. No son catástrofes globales. Lo de Japón sí fue global porque lo que pasó allí no sólo fue un terremoto, un tsunami, sino la afectación de las bases nucleares. Este último sí es un imaginario global. Japón fracasa por el tsunami, no por los edificios. Aquí se mostró la furia de la naturaleza porque un país tan desarrollado como Japón no pudo prever el tsunami.

Uno no ve con los ojos sino con los imaginarios.

Técnicas para captar los imaginarios sociales. Técnicas estadísticas y otras técnicas audiovisuales. Estadísticas relacionadas con percepción. Qué calle le huele bien, cuál le trae malos recuerdos. Así se construyen los croquis ciudadanos, que son mapas de afectos. Se trabaja con puntos de vista ciudadano: ciudad de los jóvenes, de las mujeres, de los hombres, etc. En México los mayores le tienen miedo a las tribus urbanas. Se trabaja con los fantasmas urbanos porque no coincide lo empírico con lo imaginado.

Las fotos son otra manera de acercarse. O la prensa para saber cómo se cuenta un hecho urbano. Los archivos sonoros: los ruidos de las calles, la música. El vallenato, por ejemplo, ya no es un género costeño, sino bogotano. Los video-clips de un minuto. ¿Cómo se cruza una calle?, ¿Cómo se come salchicha en Caracas?, etc. Se les confunde con artistas (son filósofos).

No hay que seguir pensando en que tenemos que llegar a un punto en que seremos desarrollados. Es una mentira. No tendremos ciudades desarrolladas. Hay que buscar las formas de ser muy locales en las ciudades. Muchas situaciones como mucha genta o bulla, ya son positivas. Hay que valorizarlas. La calle del tango. El arte es un gran aliado. Los artistas han generado una propuesta política muy importante. El arte público (no la estatuaria) es la que se hace pensando más en los significados del arte.

Diferencia entre paradigma e imaginario. El paradigma es un modelo, el imaginario es del conocer.

Veo absolutamente salvable a Manizales porque tiene tres cosas: La arquitectura de la independencia, el paisaje de montaña (una connotación femenina), la gente (sus emociones, sus compromisos). El proyecto de Manizales es un proyecto fácil. Manizales es excepcional, pero no le quita lo urgente. Se une lo político con lo profesional, lo académico.

Los imaginarios son una teoría del conocimiento. Ciudad y tecnología van a la par. Hay fenómenos de desterritorialización. La casa se ha vuelto muy potente.

Diapositivas, fotografías digitales, videos, ambientes de inmersión táctil: Evolución en el uso de la tecnología. Los libros eran un primer producto, pero ahora se están haciendo películas. Y más recientemente, ambientes de inmersión táctil.

Los Centros Históricos.

Los imaginarios nos habitan. México: Los centros históricos van siendo abandonados por un sector social (alto), entran en cierta decadencia, aumenta el crimen, la inseguridad. Hay un centro de día y otro de noche. Van siendo despoblados. Pérdida del valor de la tierra. Abandono de la parte arquitectónica. Otro tipo de negocios. Pérdida patrimonial.

Buenos Aires funciona muy bien. Todos los sistemas de transporte llegan al centro.

Montevideo. Se hicieron las ramblas que van ordenando el rio y le quitó todo el protagonismo al centro.

México. El señor Slim compró prácticamente todo el centro histórico. Se difundió la noticia de que se invertirán 10 millones de dólares en un museo para valorizar las inversiones inmobiliarias ya compradas. Es la gentrificación y la toma de las corporaciones del centro.

Barcelona privatizó la ciudad y el centro. Ya casi no lo usan los catalanes.

En Quito hay sistema de tranvía y metro bus. Poblado mayoritariamente por sectores indígenas. En la Paz el centro se usa para danzas tradicionales. Bloqueando una avenida se bloquea toda la ciudad. Marcar un uso tradicional del espacio público. En Quito ha habido una derivación hacia una exaltación de culinarias locales.

En Bogotá, en su centro hay un hotel que se llamaba el Intercontinental y se transformó en apartamentos. Salió a venta por apartamentos. Inició en 1 millón y va en 4,5 millones el metro cuadrado.

La actividad cultural como valorizador de la tierra. Son lugares de exhibición, de paso, de experimentación de nuevas tecnologías. Pero el centro sigue siendo el lugar del peligro, del asalto, del miedo. Esos imaginarios hay que trabajarlos.

Sao Paulo. Ciudad muy compleja. Ocho grandes distritos. Muy claro el uso por distritos. En el centro se anuncia que habrá nuevas intervenciones en transporte y de monumentos. Por los lados de la catedral, continuando el monumento a América Latina.

Todos los centros están abocados a ser intervenidos. Una posibilidad es la intervención desde el arte. Se proyecta mucho más a la producción de significados sociales. La estatuaria entra en conflicto con el arte público. El artista público parte del principio de que tocando un pedacito toca toda la ciudad. Se basa en el concepto de efímero, pasa de lo artístico a lo político. El artista trabaja para las memorias colectivas.

En Bogotá hubo una propuesta de la Alcaldía (Gilberto Alzate Avendaño) para premiar proyectos: Un mexicano le llamó la atención que los plátanos crecían en la calle. En la emblemática Avenida Jiménez, alquiló una casa y colgó plátanos. Un japonés hizo un montaje en la iglesia San Francisco en la Avenida Jiménez en donde había que subir la torre principal de la iglesia en andamios y en la cúpula se instaló una sala para mirar la ciudad.

El arte público ha sido un buen aliado para fortalecer procesos identitarios en las ciudades.

10 de marzo de 2011

En el siglo XXI, tejer las utopías del espacio con las sociales.

 

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Por: Luis Fdo. Acebedo R

Palabras en el acto de graduación del Doctorado en Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela.

Caracas, 10 de marzo de 2011

Buenas tardes a todas y a todos.

Hoy quiero proponer algunas reflexiones sobre la Utopía, una palabra tan estrechamente ligada al urbanismo desde sus orígenes, entendida como la capacidad de soñar despierto acerca del deber ser, o - como la describiría Tomás Moro-, un “juego del espíritu”. Y me parece pertinente hacerlo justamente porque en el presente siglo, del cual sólo hemos conocido la primera década, ya hemos sido testigos de sorprendentes acontecimientos, casi todos provocados o basados en la nueva revolución tecnológica apoyada en las TICs. Tal parece que en medio de la velocidad y el vértigo que provocan las múltiples espacialidades y temporalidades de la sociedad en red, las utopías -o si se quiere las heterotopías- como las llamó Foucault, se construyen y deconstruyen no solo en la política, sino también en las ciencias.

Ciencia y política son dos aspectos consustanciales a la utopía y también al urbanismo. Pero lo que definitivamente unió ambos conceptos fue su preocupación común por el espacio, esa necesidad que tiene la especie humana de ver materializados los sueños en un lugar fácilmente identificable, en el cual una sociedad determinada cifra sus nuevos valores éticos y establece renovadas relaciones con la naturaleza.

También podríamos afirmar en sentido inverso que el debilitamiento del espacio o su ausencia, ha sido una de las razones principales por las cuales se puede explicar la crisis tanto de la utopía como del urbanismo a lo largo de la historia; en nuestro tiempo esto se expresa como crisis socio-ambiental. Así nos lo sugiere David Harvey cuando propone una especie de integración dialéctica entre el utopismo de forma espacial y el utopismo de proceso social. En ese sentido, dice, “La tarea es, por lo tanto, definir una alternativa, no en función de una forma espacial estática, ni siquiera de un proceso emancipador perfecto. La tarea es reunir un utopismo espacio-temporal –un utopismo dialéctico- enraizado en nuestras posibilidades presentes y que al mismo tiempo apunte hacia diferentes trayectorias para los desarrollos geográficos humanos desiguales” (Harvey, 2007: 226).

Ustedes se preguntarán hacia dónde quiero llegar con estas reflexiones sugerentes, aunque un tanto complejas y probablemente aburridas para estos momentos de celebración. Simplemente para explicarles porqué llegué a este Doctorado y cuáles fueron mis expectativas iniciales y los logros alcanzados. Mis colegas en Colombia siempre vieron con sorpresa mi decisión de hacer un doctorado en Venezuela. ¿Por qué no en Europa o EE.UU?, me preguntaron. Uno de sus cuestionamientos era que la Caracas de hoy es la expresión de la crisis urbana, social y política de este país. Luego, concluían, no sería un buen referente para aprender de urbanismo porque Caracas podría ser más un modelo de anticiudad que de ciudad. Mi respuesta inicial fue que yo quería estudiar la ciudad latinoamericana con todos sus conflictos y sinsabores. Pero hoy puedo decir de manera más argumentada que Venezuela, y particularmente Caracas, me brindaron la posibilidad de profundizar nuevamente en la relación entre utopía y urbanismo al tratar de comprender los diferentes proyectos de espacio, territorio y sociedad que se debaten en este país de conflictos, de sueños inconclusos, de imaginarios, deseos y fantasías por realizar, tanto en la vida diaria como en la construcción de sociedad y de país.

Aquí pude acercarme a muchos temas de debate propios del urbanismo latinoamericano que seguramente no hubiera podido encontrar en otros continentes: las culturas políticas emergentes; la crisis del llamado “Proyecto Moderno”; la globalización de los mercados o de las ciudades y la revalorización de los territorios locales; los nuevos imaginarios socio-espaciales en disputa; los debates en torno a la concentración versus la descentralización, o la “transición posmetropolitana” de las grandes megas, al decir de Edward Soja (2005); las remozadas disyuntivas entre “urbanistas” y “desurbanistas”; el extravío de la ciudadanía en medio de la politización de la sociedad. En fin, ningún tema parece inocuo o superficial en medio de esta Caracas que Tomás Eloy Martínez calificó como “desordenada y absurda”, advirtiendo que no podría ser de otro modo porque entonces los caraqueños no podrían amarla tanto.

Con semejante apertura de temáticas que sobrepasaron todas mis expectativas, yo no podría sino estar profundamente agradecido con la Universidad Central de Venezuela, con la Facultad de Arquitectura y Urbanismo y obviamente con el Doctorado en Urbanismo, por facilitarme el acercamiento a sus realidades socio-espaciales que tanto me han ayudado para sentir que la culminación satisfactoria de este esfuerzo académico sólo significó para mí el inicio de nuevas preocupaciones intelectuales. Tenía razón un colega cuando me dijo que el doctorado no se termina sino que se abandona… Y luego se retoma una y otra vez porque la investigación es una especie de liberación del pensamiento.

Los graduandos de hoy seguramente compartirán conmigo un viento fresco que recorre nuestros cuerpos, luego del esfuerzo y el sacrificio que representó la culminación exitosa de varios años de estudios y un tiempo valioso en el que no pudimos estar tan cerca de nuestras familias como hubiéramos querido. Veo muchas caras de satisfacción, no sólo de ustedes, sino también de los familiares que los acompañan, así como de los profesores tutores porque este logro es compartido. Al fin y al cabo, durante el paso por la universidad se generan nuevos lazos de amistad entre toda la comunidad académica, incluido el personal administrativo que le da soporte a los programas. Todos haciendo causa común para que este momento feliz y sublime se materialice.

Finalmente, quiero dedicar unas últimas palabras de gratitud a mi esposa Lily y a mi madre. Dos mujeres que me han acompañado en la búsqueda de mis propias utopías, algunas veces frustradas.

Hubiese querido mucho que mi madre estuviera aquí presente, como lo estuvo hace 32 años cuando me gradué de bachiller con buenas calificaciones. En esa época me tocó pronunciar mi primer discurso en un acto de graduación; este es el segundo. Justo en ese año a mi madre le tocó emprender la utopía más importante de su vida, continuar sola la tarea de la educación de sus hijos ante la ausencia repentina y definitiva de mi padre. Ella debe sentirse muy orgullosa en este momento en la tranquilidad de su sofá. Gracias, mamá, porque has sabido esperar (me) tejiendo, que es otra manera de hacer realidad los sueños.

5 de marzo de 2011

Peñalosa quiere ser “Haussmann”: Un dictador para Bogotá.

Por: Luis Fdo. Acebedo R

Ahora que Peñalosa ha sido ungido como el candidato del Partido Verde para ocupar la alcaldía de Bogotá y adicionalmente reclama como coequipero al expresidente  Alvaro Uribe Vélez, es conveniente hacer algo de memoria en torno a lo que significó su paso por esta dignidad en el período 1998-2000. De mis archivos retomo un artículo que hice cuando cumplió sus primeros 100 días de gobierno, absolutamente premonitorio de lo que en realidad representó Peñalosa para la ciudad. ¿Querrán los bogotanos seguir andando ese camino?.

ENRIQUE PEÑALOSA


“Con seguridad, con iluminación, las fuerzas del mercado por sí solas van a dar una vida al Centro”. Enrique Peñalosa, 1998

Los primeros 100 días de gobierno de Enrique Peñalosa en la Capital permiten augurar lo que será el resto de su mandato: una fuete de contradicciones y luchas permanentes con los pobres de la ciudad.
Contrario a su planteamiento de querer “una ciudad más humana”, el Alcalde ha comenzado con la política de erradicaciones del comercio informal del Centro de la ciudad que ha dado mínimas posibilidades de supervivencia a centenares de familias pobres tradicionalmente segregadas y marginadas de una opción digna de empleo.
El “humanismo” preconizado por Peñalosa no se diferencia en nada del de sus antecesores, quienes a través de políticas de expulsión y represión de los subempleados pretende recuperar la calidad de vida en el Centro de la ciudad. Es el mismo problema de todas las ciudades latinoamericanas abordado con las mismas políticas que nunca han dado resultado, pues una acción de desalojo en un sector del Centro termina por reproducir el problema unas cuadras más adelante.
Desde luego, los gobernantes son conscientes de eso y lo aceptan tácitamente porque nunca tienen soluciones de empleo realmente sólidas para acabar con la informalidad. El asunto más importante en estos casos, es el intento por generar nuevas y más sustanciosas plusvalías urbanas en lugares deteriorados del Centro, que a través de acciones de “limpieza social” e inyección de capital puedan ser objeto de especulación inmobiliaria por medio del derrumbe de las construcciones viejas y el levantamiento de nuevos proyectos que revaloricen la tierra urbana.
En el caso de la Plaza de San Victorino, legendario centro de abasto, el Alcalde pretende dejar huella con un Proyecto, o más bien una decisión de escritorio, llamada “Parque Tercer Milenio” que implicaría derrumbar más de 20 manzanas, desde la calle 13 hasta la calle 6, llevándose por delante a todo el comercio informal de la zona –que paga arriendo mediante contrato con la propia alcaldía desde hace varias décadas- y la legendaria “calle del cartucho”, que es apenas una pequeña muestra del crecimiento de la indigencia y la marginalidad en la ciudad.
Este proyecto junto a otros que están planteados a todo lo largo de la calle 13 indican que una gran parte de las inversiones del Distrito, pero sobre todo del capital privado nacional y extranjero, se ubicarán sobre este sector de la ciudad, por donde además, pasará la línea del Metro y la Troncal de Buses. Como se sabe, la familia Peñalosa tiene sus intereses particulares en la Zona Franca y ha planteado de tiempo atrás la política de apertura de parques como instrumento de revalorización inmobiliaria. Pero también el grupo Santo Domingo, las familias Pastrana y Puyana y otros grupos económicos son a la vez “lotifundistas” de la periferia occidental de la ciudad y tienen sus intereses particulares en los Macroproyectos urbanos que están planteados sobre el eje de la calle 13, tales como la Troncal de transporte, las vías periféricas de interconexión regional, los proyectos de vivienda suntuaria, la canalización del rio Fucha y la recuperación del rio Bogotá, entre otros. Estos dos últimos habilitarán importantes áreas de lotes para desarrollo urbano.
Peñalosa quiere convertirse en todo un Haussmann para Bogotá: aquella tristemente célebre figura de París de mediados del siglo XIX, quien como todo un dictador reformó y revalorizó la ciudad abriendo grandes avenidas y expulsando a los obreros de sus céntricas viviendas hacia la periferia de la ciudad, sin ninguna garantía.
Al “humanismo” oligárquico de Peñalosa es necesario oponerle el humanismo social de los demócratas.

27 de febrero de 2011

Elementos para orientar la reflexión hacia la construcción de un nuevo Estado-Nación

Diana Ligia Gómez Tatis[1]


Vivimos en Colombia momentos de gran trascendencia en la vida social, política y económica del país.

Por una parte la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo, del actual gobierno, el cual definirá el modelo de desarrollo pertinente para satisfacer las necesidades y expectativas de la ciudadanía y las estrategias que capitalicen el patrimonio cultural, ambiental, social y productivo del país. Por otra parte, el debate actual de la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial-LOOT que posibilitaría disponer de instrumentos adecuados para la planificación del desarrollo.

Estas dos circunstancias se constituyen en la oportunidad para que el país adecue las políticas de cada gobierno a las necesidades del Estado Colombiano en materia de Ordenamiento Territorial, que es la razón de ser de la LOOT.

Se trataría de encontrar un nuevo algoritmo que permita armonizar formas de progreso, convivencia y gobernabilidad legítimos y duraderos del Estado-Nación, al unísono de nuevas aspiraciones sociales, políticas y a nuevos referentes de desarrollo, conservando la unidad en medio de la diversidad étnica, lingüística y cultural del país. Así mismo se busca dar respuesta a la problemática derivada de la actual situación política administrativa que se traduce en un desgaste del centralismo operante, que favorece factores de inequidad social, conflicto armado, deterioro ambiental y exclusión de amplios sectores de la población. (González, 2003)

Si bien la Carta Política del 91 trata de dar respuesta a estas aspiraciones sociales y políticas al posibilitar la descentralización como proyecto estructurante del Estado a niveles intermedios del gobierno, lo indicado sería si a estos niveles intermedios resultantes de la estructura descentralizada del Estado se les dota de las necesarias instituciones, competencias, recursos y atribuciones jurídicas para dirigir la acción local a propósitos de interés común a diferentes escalas y relaciones, tanto en sentido vertical como horizontal (Becerra, 2005).

Lo anterior por los resultados del proceso de reconstruir el nivel intermedio del Estado en los últimos veinte años en el que se toma al municipio como unidad base de la descentralización y la construcción social e institucional del país, sin los debidos ajustes en otros niveles del gobierno, lo cual generó un desequilibrio estructural, un municipio próspero, un departamento en decadencia y falta de armonización entre ellos (Becerra, 2005).

En este sentido nos preguntamos ¿Que aporte hace el actual proyecto de Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial en materia de fortalecimiento de los niveles intermedios y de ordenamiento territorial?

Por un lado, la LOOT promueve Regiones Administrativas y de Planeación-RAP, en consonancia con el artículo 306 de La Carta Política, mediante la unión de dos o más Departamentos, con la posibilidad de conformarse en ente territorial. El problema que resultaría en esta vía reside en la generalización para la conformación de regiones por fusión entre departamentos, que en el caso de la descentralización el tamaño resulta relevante al intentar trazar una geografía acorde a un proceso de desarrollo, lo que podría conducir, en vez de descentralizar, a una recentralización, poniendo en riesgo aspectos de buen gobierno, democracia, liderazgo y desarrollo local. (Becerra, 2005).

Por otra parte el capítulo III del proyecto de LOOT propone “Esquemas asociativos de entidades territoriales”. Lo relevante de esta propuesta está en la apertura hacia una nueva política de reordenamiento territorial en los distintos niveles de descentralización, lo que podría favorecer nuevas dinámicas desde microterritorios, los cuales en el marco de uno o varios entes territoriales con fuertes impulsos tanto del sector público como el privado, pueden conducir a renovados procesos de desarrollo y crecimiento económico. (Becerra, 2005)

A partir de la anterior reflexión se propone:

1. Unidad de enfoque en el concepto de desarrollo. El concepto de desarrollo territorial que asume la LOOT se limita a un desarrollo meramente “socioeconómico y ambientalmente sostenible”, omitiendo la centralidad del desarrollo como un derecho humano orientado a mejorar el bienestar, la dignidad y la calidad de vida de los ciudadanos, lo cual pasa por el desarrollo humano integral, la inclusión social y territorial

2. Crear las regiones con impacto nacional con sus respectivas rutas instrumentales, metodológicas y de recursos como ente territorial conformadas por esquemas asociativos de entidades territoriales con el propósito de fomentar nuevos liderazgos necesarios.

3. Redistribuir las competencias y definir los servicios, obras y funciones de los distintos niveles intermedios actuales, con las autonomías necesarias y los mecanismos de armonización entre ellos y el alto gobierno.

Finalmente las regiones como están concebidas en la Constitución son una alternativa interesante si se conforma por esquemas asociativos de entidades territoriales, para lo cual resulta necesario fortalecer los niveles de descentralización del estado para que las nuevas territorialidades y los nuevos referentes de desarrollo, en el marco de la globalidad generen las dinámicas necesarias para un desarrollo humano integral sostenible con visión de región.

Bibliografía

Becerra, A. H. (2005). Antes y mas allá de las Regiones Políticas. Colombia regional: Alternativas y estrategias, Bogotá Universidad Externado de Colombia y Konrad Adenauder Stinftung , 11.

González, L. M. (2003). Pensar el Territorio: los conceptos de ciudad-global y región en sus orígenes y evolución. Serie Gestión Pública - Instituto Latinoamericano y del Caribe de Planificación Económica y Social (Ilpes) , 52.

Rodríguez, J. R. (Agosto de 2010). El desarrollo como derecho. Elementos para una teoría del desarrollo territorial . Manizales: Artes gráficas Tizán.

Ministerio del Interior, (2007). Constitución Política de Colombia. Bogotá: Grupo Editorial Nueva Legislación.

Ministerio del Interior, (2010). LOOT Bogotá.

[1] Administradora de negocios, especialista en Gerencia Financiera, aspirante a Magíster en Desarrollo Regional y Planificación del Territorio, UAM, Manizales.

Este texto fue elaborado bajo la orientación del profesor Luis Fernando Acebedo Restrepo, responsable del seminario “La ciudad y sus dinámicas urbano-rurales” de la III Cohorte de la Maestría en Desarrollo Regional y Planificación del Territorio de la Universidad Autónoma de Manizales, 2010.

20 de febrero de 2011

Planeación Estratégica de Manizales

Por: Luis Fdo. Acebedo R

En los primeros días del pasado mes de noviembre (2010) el destacado urbanista español José Miguel Fernández Güell visitó la ciudad de Manizales invitado por la Alcaldía Municipal y el Comité Intergremial de Caldas para participar de un primer foro sobre Planeación Estratégica de Manizales. Sobre esta actividad no se sabía mucho, más allá de un ejercicio liderado por el gobierno nacional anterior para que las ciudades definieran unas estrategias de mediano plazo en el marco de la política “ciudades amables” que a nivel local se denominó “Manizales 2019”. Hoy sabemos que hay un grupo de 31 expertos que está creando las bases de un ejercicio de planeación estratégica para Manizales, pero el común de los ciudadanos no conoce sus nombres ni sus propuestas.

A José Miguel Fernández se le ha conocido internacionalmente por el liderazgo en la formulación del plan estratégico de Bilbao, una ciudad que por cierto, construyó su proyecto urbano a partir del reconocimiento de las necesidades locales, más que de los recetarios internacionales inspirados en la competitividad empresarial. Y hoy es ejemplo para el mundo.

La planeación estratégica tiene su origen en los métodos de la empresa privada para lograr sus objetivos y por eso, durante mucho tiempo se enfocaron en estrategias competitivas de mercado y muy poco en la gente. Sin embargo, a fuerza de muchos fracasos ha ido entendiendo que debe superar esa visión reduccionista e incorporar la complejidad de lo público y lo colectivo como determinantes del devenir de las ciudades y los territorios. También ha logrado entender que sus alcances están principalmente en la esfera de un gran acuerdo colectivo entre los diferentes actores que intervienen en el desarrollo, pero que requieren complementarse con otros instrumentos como el Plan de Ordenamiento Territorial, la planeación física de las ciudades y las regiones, el proyecto urbano, entre otras herramientas que coadyuvan al logro de los objetivos.

Y quizás uno de los aspectos más interesantes es su valoración sobre la participación ciudadana efectiva como medio para desatar las fuerzas del cambio. La “efectividad” en este caso no es mera casualidad. También aquí el discurso de la planeación estratégica comenzó utilizando metodologías orientadas a legitimizar los proyectos preconcebidos de los actores económicos y políticos dominantes, contribuyendo rápidamente a la desmovilización de las fuerzas sociales y en no pocas oportunidades, a la activación de toda suerte de resistencias civiles que terminaron en nuevas frustraciones sociales. Hoy todavía no saben cómo lograr una efectiva participación ciudadana, pero insisten en su importancia para garantizar la sostenibilidad del proceso.

José Miguel Fernández vino a decirle a los políticos y gobernantes locales unas cuantas verdades. La primera, que desistan de hacer de la planeación estratégica una nueva forma de marketing político o de politiqueros disfrazados de tecnócratas. La segunda, que se olviden de sus pretensiones de hacer del plan un instrumento económico para capturar rentas a costa del deterioro de la calidad de vida de las gentes y del medio ambiente.  La tercera, que no sigan destruyendo el capital social con medidas autoritarias. Y la cuarta y última, que se logren acuerdos no sólo en las generalidades sino en los proyectos tangibles y concretos.

Cuatro criterios considerados como “amenazas” en la formulación de un plan estratégico, pero que en Manizales son ya realidades agobiantes y causa de la caída progresiva de todos los Indicadores de Desarrollo Humano locales y regionales. Pero seguramente estas recomendaciones cayeron en suelo árido porque el interés de los politiqueros y administradores de turno está en como encontrar nuevas fórmulas para hacer de la estrategia competitiva de los mercados la razón de ser de la gobernabilidad urbana. José Miguel Fernández les ha dicho que ha llegado la hora de trascender ese discurso para trabajar sobre tres dimensiones importantes: la equidad-habitabilidad, la sostenibilidad y la gobernabilidad.

FERNÁNDEZ GÜELL, José Miguel. (2006). Planificación estratégica de ciudades. Nuevos instrumentos y procesos. Editorial Reverté. España.
http://www.lapatria.com/story/videos-las-ideas-est%C3%A1n-siguen-los-hechos

18 de enero de 2011

Territorios del conocimiento en la Ecoregión Eje Cafetero.



Propuesta de Línea de Base de los Territorios del Conocimiento en los departamentos de Caldas, Quindío y Risaralda (Colombia).
Fuente: Elaboración propia con el apoyo del Sistema de Información Regional del Eje Cafetero.


El pasado 14 de Enero de 2011 defendí mi tesis de Doctorado en Urbanismo en la Universidad Central de Venezuela, titulada Territorios del Conocimiento en la Ecoregión Eje Cafetero: Calidoscopios a partir de tres espejos de representación: Sociedad + Espacio + Conocimiento.

Los jurados evaluadores fueron los doctores Oswaldo López Bernal (director de la tesis), Marco Negrón, David Viloria, Francisco Velazco y Rafael Bermúdez.

El veredicto fue el siguiente:

(...)

"2. Finalizada la defensa pública del trabajo, el jurado decidió por unanimidad aprobarlo por considerar, sin hacerse solidario de las ideas expuestas por el autor, que se ajusta a lo indicado y exigido en el Reglamento de Estudios de Postgrado.

"Para dar este veredicto el Jurado estimó que se trata de un trabajo que aborda un tema original, expresado en el esfuerzo por desentrañar las relaciones entre las dinámicas del conocimiento y las configuraciones territoriales. Se destaca adicionalmente su pertinencia, tratándose de una investigación que permite explorar las alternativas de desarrollo de la región en estudio.

"Desde el punto de vista metodológico, se detaca la originalidad, coherencia y rigor del trabajo, lo cual se acompaña por su claridad expositiva.

"Con base a lo anterior el jurado acordó otorgarle la calificación de Excelente".

Agradezco al jurado evaluador la distinción obtenida y al Doctorado en Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela por permitirme disfrutar al máximo esta rica experiencia académica.

3 de enero de 2011

Feliz y próspero año 2011


Una interesante composición en los jardines y parques de Puerto Madero en Buenos Aires, Argentina.
Foto Acebedo 2010.

A todos los seguidores de Caleidoscopios Urbanos les deseo unas felices vacaciones y un próspero año 2011, cargado de buenos proyectos.

Estaré de regreso en la tercera semana de Enero con nuevos giros caleidoscopicos.

Muchos éxitos.