Por: Mariana Montoya Salazar[1]
Diferentes estamentos para la planificación de las ciudades se han aplicado a lo largo de la historia reciente de nuestras ciudades. Figuras como los POT (Plan de Ordenamiento Territorial), macroproyectos y planes parciales han abordado la configuración espacial, económica, y cultural de las poblaciones con el fin de plantear soluciones integrales que lleven a éstas hacia una consolidación, mejoramiento y en muchas ocasiones, legalidad de sectores de ciudad y territorio planteados a diferentes escalas de intervención y con una practicidad de actuación de corto mediano y largo plazo.
La necesidad de que estas herramientas de planificación fueran integrales ha llevado a plantear políticas para su aplicación en las cuales la empresa pública, la empresa privada y la academia juegan un papel fundamental para su planeación y ejecución, donde la participación de la ciudadanía consolidaría estos planes como fundamentos democráticos y en donde las cargas y beneficios están garantizados para ser equitativos.
Sin embargo, la aplicación de las herramientas necesarias para una coherente ejecución que vaya en concordancia con las escalas de intervención de la planeación del territorio en muchas ocasiones es tergiversada por diferentes intereses entre las partes que intervienen y direccionan los procesos hacia su conveniencia, entorpeciendo los desarrollos integrales que buscarían un bien común. Este entorpecimiento no ha sido ajeno al caso de los procesos urbanísticos en Manizales, ya que el intento de la actuación integral necesaria para su ejecución entre empresa pública, empresa privada y academia, en muchas ocasiones, por no decir en todas, hace caso omiso a alguna de ellas para beneficiar a otras.
Esta característica de manipulación de alguna de las partes hace que los resultados no sean los deseados y que la participación ciudadana quede relegada dejando de lado sus intereses. En el caso de Manizales vemos cómo la falta de criterios para instaurar una política coherente de planificación se ve ejemplificada en el caso de la configuración de los niveles de intervención al difundir la necesidad primero de un Plan Parcial y después de un Macroproyecto, cuando en realidad esta consolidación debería partir desde un todo y luego sí puntualizar las necesidades de un sector de ciudad tan diverso y heterogéneo, partiendo obviamente del Plan de Ordenamiento Territorial.
Sin embargo, conociendo las cualidades de la primera escala de intervención del Plan Parcial de la Galería en donde su principal argumento es complementar las disposiciones del POT y aplicar una planificación de escala intermedia para puntualizar en un sector de la ciudad, el macroproyecto San José -de una escala mucho mayor- debería exigir más compromiso con la Comuna y sus habitantes, buscando una planificación más detallada del sector para consolidar e integrar un espacio urbano de mayor alcance con un contexto inmediato como lo es el Plan Parcial de la Galería. Este último va mucho más allá de un hecho físico, el cual incluye decisiones de gran importancia como valorar el patrimonio e integrar la participación ciudadana sin desconocer los precios del suelo, las diferentes dinámicas del sector inmobiliario y los procesos industriales y políticos que inciden en la conformación de un planteamiento urbano que sustenten las dinámicas que se buscan proponer y rescatar.
Por su parte la integración de un macroproyecto como escala de intervención que podría acoger diferentes planes parciales en un sector de ciudad, debería ir en coherencia y dialogar simbióticamente para que la viabilidad del mismo afecte positivamente unas dinámicas urbanas tan cambiantes. Sin embargo, su materialización en el caso de Manizales es un ejemplo de la mala planificación en Colombia, manipulada por la empresa privada para su propio beneficio y en detrimento del interés público, patrocinando de cierta forma la corrupción y el enriquecimiento irresponsable por parte de ciertas instituciones.
En el caso del macroproyecto San José que acogió el Plan Parcial de la Galería, las disposiciones y recomendaciones que desde el plan parcial se brindaron y que se integraron en discusiones académicas, no se asumieron como parte fundamental del macroproyecto San José y por el contrario contrarrestaron con decisiones que afectaron radicalmente los resultados al presente y comprometen sin ninguna duda su futuro. Estos principios que desde su filosofía deberían concertar los macroproyectos, tales como brindar una solución integral, una concertación público privada, y una equitativa distribución de cargas y beneficios, están negados en un principio porque su excluyente postura dejó subordinada la posibilidad de instaurar negociaciones menos dañinas a un ya muy golpeado sector de la ciudad por la propia situación socioeconómica en franco deterioro. El manejo de predios mediante compra y expropiación le dio la espalda a comerciantes de mediana envergadura en vez de integrarlos al proyecto y de esa manera potencializar sus cualidades como parte fundamental de un sector económico.
Este resultado excluyente condena a los más pobres a la situación denigrante que hoy vivimos, donde la principal característica de estos estratos bajos es estar ubicados en periferias, lugares de alta vulnerabilidad, y donde la ilegalidad de predios se presta, aunque suene contrario, para su consolidación. La sostenibilidad en principio está negada ya que el vínculo que en algún momento de la formulación del Plan Parcial de la Galería llegó a tener, se desasoció en el megaproyecto. La falta de participación ciudadana, hizo antidemocrática la mayoría de las decisiones allí tomadas, el sector económico favoreció y de alguna forma patrocinó el monopolio de quienes ya gobiernan, haciendo incierto el desarrollo de los proyectos planteados como necesarios para el desarrollo y mejora del lugar; el principio ambiental sigue sin rescatarse, siendo según sus bases un pilar residual, sin mayor trascendencia ni respeto al valor histórico del lugar y a los habitantes de esta zona.
REFERENTES BIBLIOGRAFICOS:
Acebedo, Luis Fernando, (2010). “MISN San José: dos formas de intervenir la comuna, dos resultados diferentes”. En: http://caleidoscopiosurbanos.blogspot.com/2009/06/el-plan-parcial-de-renovacion-urbana.html , Colombia. Consultado el 30 de mayo de 2011.
Universidad Nacional de Colombia (2007). Presentación: “Plan Parcial de Renovación Urbana del sector de la Galería, Manizales- Caldas”. Documento sin publicar.
Acebedo, Luis Fernando, Grupo de trabajo académico en urbanismo (2011). Presentación: “Macroproyectos urbanos”. Documento sin publicar.
[1] Estudiante VII Semestre de Arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia, sede Manizales, quien amablemente cedió a Caleidoscopios Urbanos este artículo producido en la Asignatura Proyecto VII del I Semestre de 2011, bajo la tutoría del profesor Luis Fernando Acebedo R.
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