21 de septiembre de 2010

Agudas críticas en Manizales al proyecto de LOOT.

Por: Luis Fdo. Acebedo R

El pasado lunes 20 de Septiembre de 2010 se realizó en Manizales la Audiencia Pública programada por la Comisión I del Congreso de la República para profundizar en el proyecto de Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial presentado por el Ministerio del Interior.

Una gran asistencia, sin duda alguna, y muy representativa de la sociedad organizada del Eje Cafetero. Allí estuvieron Concejales, Alcaldes de varios municipios, diversos gremios, comerciantes, ciudadanos, y por supuesto la academia representada por Alma Mater, la Universidad Nacional, la Universidad Autónoma de Manizales, la Universidad de Manizales, la ESAP, entre otras.

El debate lo abrió la Representante Adriana Franco, quien lideró la organización del certamen en la ciudad y lo cerró el Viceministro del Interior Aurelio Iragorri Valencia. Ambas intervenciones dejaron muy pocas expectativas entre los asistentes, si se tiene en cuenta que la gran mayoría de las opiniones reflejaron fuertes críticas al proyecto. Pero los representantes del gobierno se mantuvieron en la defensa de los asuntos esenciales de la propuesta, es decir, la conveniencia de una “ley de mínimos”, el énfasis en el carácter centralista y redistributivo de las regalías  petroleras y mineras, la creación del Fondo de Compensación Regional –FCR-y la negativa a considerar cualquier propuesta de regionalización diferente a las Regiones Administrativas de Planificación -RAP-.

En general, la academia hizo fuertes reparos a esta propuesta. Criticó tres asuntos fundamentales, entre otros: Por un lado, que bajo la idea de “ley de mínimos” es imposible construir una “ley orgánica”; por otro, la ausencia de territorio y de directrices en los asuntos ambientales; y finalmente, el desconocimiento del derecho al territorio de las comunidades étnicas. Obviamente, los medios de comunicación local silenciaron estas críticas, y por supuesto también, la presencia de las universidades, con lo cual se evidenció el carácter sesgado de esa mayor presencia que se le reclama a las universidades en los asuntos cruciales del país.

Otros temas comunes al resto de los asistentes se presentó con las críticas a la re-centralización, la falta de autonomía en los procesos de regionalización y creación de provincias, la necesidad de organizar el Sistema de Ordenamiento Territorial, entre otros. No pocos asistentes consideraron que bajo estas circunstancias, era mucho más sano que este proyecto de ley se convirtiera en la iniciativa número 19 de LOOT que se hunde en el Congreso. Aunque es poco probable que esto suceda por los intereses económicos que están en juego en el campo del clientelismo electoral, lo cierto del caso es que el Congreso quedará en deuda con el país en cuanto a la aprobación de una verdadera LOOT, y los conflictos sociales, territoriales y ambientales, continuarán profundizándose cada día más. El Viceministro cerró el evento, más no la discusión, con una frase como para enmarcar: El FCR en el proyecto de regalías y en la LOOT es la carne del proyecto, porque ¿para qué unirse si no hay nada que distribuir?

La ponencia que presenté a este evento se puede conseguir en la siguiente dirección:

12 de septiembre de 2010

Las ciudades del no saber qué hacer.

SILOE 1Muñoz En comunidades marginadas y en condiciones de vulnerabilidad como las del sector de SILOE en Cali, la fundación SIDOC con los habitantes del sector y producción local de pinturas en microempresas caseras, adelanta la tarea de pintar en color blanco los muros expuestos y visibles desde prácticamente toda la ciudad. Fotografía: Muñoz, John G. (2009)

El Arquitecto John Geyner Muñoz participó activamente en el conversatorio académico “Lecturas cortas para espacios breves” que lideré en la Universidad San Buenaventura de Cali con estudiantes de la Especialización en Proyecto Urbano. En esta oportunidad, Geyner reflexiona sobre la participación del funcionario público en la formulación del “proyecto urbano” .

Por John Geyner Muñoz[1]

Con frecuencia acostumbramos afirmar que la ciudad hay que dejársela a los que “saben”, a los que saben “construirla”, a los que de alguna manera nos preocupamos por saber mas técnicamente sobre ella, y empezamos a prepararnos para estar calificados y asumir los retos que la construcción de la cuidad implica. Con frecuencia, y teniendo en cuenta nuestra cultura e idiosincrasia, empezamos a eludir los problemas de la ciudad responsabilizando a los que saben del tema para que cuando algo no funcione como debiera, entonces tengamos a quien culpar.

Cuando se observa el actuar de los entes gestores de los cambios, se nota que muchos de esos cambios han surgido de una cierta incertidumbre por parte de los actores municipales en cuanto a que no tienen claro en muchos temas la forma mas correcta de asumirlos, ya sea por una legislación actual mal comprendida o ante todo por que es tomada del modelo español, en donde su cultura, además de tener unos parámetros de comportamiento diferentes, también ha superado y resuelto otros problemas de fondo que terminan afectando la forma de actuar de los ciudadanos en ámbitos básicos como el comportamiento en vía pública, pasando por los temas de infraestructura, hasta llegar a una cultura con una conciencia ciudadana más elaborada y madura.

Al mismo tiempo, en nuestro entorno y ante la necesidad de dar cumplimiento a la legislación actual, los actores gestores representantes del gobierno municipal, se vuelcan no siempre de la mejor manera a permitirle a la ciudadanía, a los “no preparados” a los que supuestamente deberían dejarse llevar de la mano como ovejas a un destino de incertidumbre, al éxito o al fracaso, a lo que el tiempo se encargue de develar. Quizá cuando la solución es menos visible a los cánones y prácticas tradicionales urbanas de cambio, cuando mas complejo se torna sacar del “vademecum” de soluciones predispuestas, es decir, cuando los que sabemos de ciudad no sabemos que hacer, entonces volcamos la atención a los protagonistas de las sociedades y entornos urbanos que pretendemos cambiar.

Nosotros los “preparados” nos dimos cuenta a partir de no saber qué hacer, que la mejor fuente de las soluciones duraderas y mejor aceptadas por las comunidades no solo son las mejores físicamente, si no las que mas impactan positivamente propiciando cambios y transformando socialmente a los entornos inmediatos, quizá por que además de mejorar su hábitat, se convierten en germen del sentido de pertenencia, haciendo sentir orgullosos a su beneficiarios y asegurando de paso una actitud positiva que se transforma semilla de sostenibilidad en el tiempo. Nos dimos cuenta que con este tipo de intervención, trabajando con “los que saben mejor hacer ciudad”, los marginados, los habitantes de las comunas, es posible hacer ejemplo de sociedad.

Un proyecto fundamentado en lo social:

Hoy en día no sólo estamos aprendiendo a construir conciencia de ciudad sino también que en ese proceso de construcción bien enfocado, tenemos la oportunidad de hacer sociedad. Es aquí en donde la integralidad del proyecto urbano como disciplina de análisis pero también de aplicación, juega un papel preponderante como herramienta poderosa para la construcción de ciudad, no sólo a través del trabajo entre disciplinas, sino también en la verdadera interacción con las comunidades, haciéndolas participes, consiguiendo con ellas solución a los aspectos sociales y logrando respuestas formales o de diseño que no se subordinen a los paradigmas estéticos, sino también a las particularidades del lugar para hallar su propia belleza.

Un buen ejemplo de esta simbiosis es en mi concepto, el proyecto de recuperación habitacional “Nuevo Sol de Oriente” , el cual se inicia en el año 2004 impulsado y coordinado por la Empresa de Desarrollo Urbano EDU en los asentamientos de ladera en la zona oriental de la ciudad de Medellín, basado en la elaboración y desarrollo de un modelo de Reasentamiento que identifica la complejidad social, económica, medioambiental y urbana, partiendo de las particularidades del lugar, en pro de la mejora en las condiciones de vida para cientos de familias en el entorno de uno de los proyectos estructurantes de mayor importancia en la ciudad como es el Metro Cable.

El concepto de reasentamiento en la actuación sobre el entorno de la quebrada de Juan Bobo, no sólo se construyó a partir de un discurso de socialización sino que también logró cambiar una realidad centrándose en tres puntos básicos de intervención: a). El mejoramiento ambiental de la quebrada íntimamente ligado a la generación del espacio público como generador de calidad de vida y movilidad a través de la construcción de plazoletas, senderos y puentes peatonales, pasando de 0.5 m²/habitante a 3.17m²/habitante; b) La construcción de vivienda en altura para disminuir la ocupación en planta y recuperar espacio para la quebrada y el peatón; b) El mejoramiento de las viviendas que por sus condiciones físicas, estructurales y de ubicación así lo permitieran, dentro del “Plan Terrazas” como fue denominado, gestionándolo por autoconstrucción.

Con este proyecto quedó muy claro que las verdades y paradigmas creados antes de la intervención en una realidad general, fueron cambiados por la idea de participación e inclusión desde lo social y que no deben asumirse los procesos de creación o transformación de ciudad como una responsabilidad unilateral del estado, supliendo necesidades a una comunidad que debe recibirlas y adaptarse a ellas como un regalo o como gesto caritativo.

Es claro también que el papel del hacedor de ciudad y mas específicamente de aquel que trabaja desde la institucionalidad del estado representada en el funcionario público, debe atender con mayor preocupación el tema de la recuperación o de la construcción de confianza de sociedades cada vez mas esquivas a la paquidermia y escaso control estatal y también más inquieta y activa en los temas de ciudad. Ahora es evidente que quienes creíamos tener la verdad en los temas de ciudad, estamos abocados a la integralidad e interdisciplinariedad, convirtiéndonos en unos verdaderos interpretes de las necesidades de un entorno social, pero también en fabricantes de nuevas realidades.

En unos años, valdrá la pena preguntarse con humildad ¿quiénes le enseñaron a quién? Y ¿Quiénes de verdad supieron qué hacer con la ciudad? ¿Cómo los hacedores de ciudad lograron ser todos como un equipo y cómo entendieron que somos partes de un todo que supo que de las acciones y decisiones que se tomaron hoy, dependió nuestro éxito el día de mañana?.

Bibliografía de referencia:

“HEART FELT HOUSES”. The pilot Project: Housing Consolidation and Environmental Recovery of the “Juan Bobo” streambasin area. En http://www.unhabitat.org/bestpractices/2008/mainview.asp?BPID=1982

Alcaldía de Medellín. 2008. Consolidación habitacional Quebrada Juan Bobo. Medellín, adelante y sin reversa. Presentación.

EDU. (Abril 2007). Juan Bobo hacia una política del hábitat. Boletín Externo Número 5. Medellín.

EDU. (Febrero 2008). Nuevo Sol de Oriente, Viviendas con corazón y sensibilidad social. Boletín Externo Número 25. Medellín

[1] Arquitecto, Especialista en Proyecto Urbano, Universidad San Buenaventura, Cali. jgeyner1@yahoo.com

8 de septiembre de 2010

La participación social como pieza primordial de un rompecabezas llamado “proyecto urbano”.

Rompecabezas Agosto 17 2009 Viviendas palafíticas en el Puerto Turístico de Buenaventura (Fuente: Adriana Jaramillo Botero).

Producto de un conversatorio académico que lideré en la Universidad San Buenaventura de Cali con estudiantes de la Especialización en Proyecto Urbano, surgieron una serie de reflexiones interesantes que estaré publicando en las próximas semanas de manera intercalada con mis propias reflexiones.  El conversatorio lo llamamos “Lecturas cortas para espacios breves” .  El trabajo de la Arquitecta Adriana Jaramillo es producto de esa interesante experiencia.

Por: Adriana Jaramillo Botero[1]


Si pensáramos en el proyecto urbano como un rompecabezas, veríamos la importancia que tiene cada una de sus fichas. Si sólo una de ellas faltara, la imagen estaría fragmentada, en algunos casos ni siquiera se entendería y en el mejor de ellos, se deduciría la figura sin estar completo el juego; pero siempre resaltaría la ausencia de esa pieza. Si asumimos la participación ciudadana como una de las piezas del proyecto urbano, ¿qué podría suceder si se perdiera? Al igual que en un rompecabezas hay algunas piezas más importantes que otras; en algunos proyectos la participación ciudadana será más indispensable que en otros, pero en todos es importante. El éxito de un proyecto, va ligado a la integración que se haga del mismo con la comunidad.

La Constitución Política de 1991 declaró como principio fundamental que Colombia es un Estado democrático y participativo, estableciendo los mecanismos e instrumentos de intervención de todos los ciudadanos en las decisiones que los afectan.

Desafortunadamente, este proceso participativo señalado por la Constitución no se da en todos los casos como debiera. En los últimos años se ven proyectos donde se involucra a la sociedad en la formulación de los mismos, pero estos procesos no se dan porque en la constitución esté escrito, sino porque los profesionales a cargo han visto la necesidad de incluir a la comunidad para llegar a soluciones que sean mejor acogidas, de tal forma que se garantice su duración en el tiempo.

Un ejemplo de buenas prácticas es lo que se está dando en Medellín, y tal como el Arquitecto Alejandro Echeverri (2008) lo comenta en su ensayo de Urbanismo Social para las zonas más pobres y violentas en busca de la sostenibilidad urbana y la equidad social de la ciudad, “Los Proyectos Urbanos son Integrales, esto quiere decir que incorporan de forma simultánea, las obras de urbanismo y arquitectura, los procesos de participación social y apropiación cultural, los proyectos de recuperación ambiental y recuperación de las zonas de riesgo, y la gestión de la coordinación interinstitucional.” En este párrafo se ve claramente cada pieza del rompecabezas del Proyecto Urbano y la importancia que tiene cada una de ellas.

En algunos casos se considera que el beneficiario es aquel que paga, pero esto no siempre es así. Si hablamos de un proyecto urbano donde los directamente implicados son los habitantes de la zona ya sea por que trabajen o residan en ella, serán ellos los verdaderos beneficiarios, puesto que por mas pulcro que quede el diseño del proyecto si no cumple con las necesidades y expectativas de sus moradores no habrá una apropiación por su parte y esto podrá conducir al abandono y deterioro de la zona, en contraposición a lo que el proyecto pretendía.

Para poder cumplir con este propósito es necesario contar con un equipo de trabajo compuesto por profesionales de diferentes disciplinas, una nueva manera de enfrentar al cliente, haciéndolo participe del proceso para alcanzar un producto final de excelencia, que sea bien acogido y tenga todas las características para que perdure en el tiempo. Para esto se debe establecer un contacto directo con la comunidad implicada por medio de diferentes actividades, tales como: visitas domiciliarias, talleres participativos de divulgación de las condiciones actuales de la zona, charlas informativas, reuniones, recorridos, eventos socio - culturales y socio - ambientales que ayuden a la formación de comités de control y al mejor uso de los recursos. Los talleres de participación ciudadana buscan consolidar una visión global de la sociedad implicada, todo esto con el fin de poder establecer lineamientos de trabajo que permitan instaurar directrices factibles de ser incluidas en las políticas de desarrollo urbano.

La participación ciudadana en un proyecto urbano es lo que permite que la sociedad se sienta involucrada y de esta forma respalde el proyecto al sentirlo como propio. De otro modo existirá la sensación de que el proyecto fue impuesto en contraposición a los intereses de la sociedad. Existe un gran reto también en el manejo de este tipo de participación, pues se deben mantener los roles tal como son, en el caso de los arquitectos diseñadores de un proyecto urbano, ellos seguirán siendo los creativos del mismo, pero tendrán como apoyo a la comunidad quienes con una lluvia de ideas y comentarios de experiencias ya vividas, los pueden orientar para que el resultado de dicho proyecto pueda llegar a feliz término respetando los ideales de estas personas, con equidad social, en cumplimiento de las normas éticas del trabajo en comunidad.

El énfasis en lo social y la participación ciudadana son fundamentales para el éxito de un proyecto. Esto exige que los arquitectos y los demás profesionales que trabajan en proyectos para la comunidad, deban modificar la manera en que los abordan. El proyecto urbano puede además verse como una excusa para generar procesos de participación y apropiación comunitaria, pues permite la transformación física de los barrios y su desarrollo a partir de la regeneración del tejido social de las comunidades.

El componente de participación y apropiación ciudadana en el proceso del desarrollo de las obras, promueve el respeto por una comunidad a la que se le están restableciendo sus derechos, generando al mismo tiempo satisfacción hacia los proyectos urbanos, permitiendo la apropiación por parte de la ciudadanía y garantizando la sostenibilidad y la apropiación cultural de los espacios públicos.

Como conclusión, la participación social es una pieza clave dentro de la construcción del rompecabezas del proyecto urbano. Una sola ficha que falte en este rompecabezas distorsionará su lectura.

[1] Arquitecta, Especialista en Proyecto Urbano de la Universidad San Buenaventura

5 de septiembre de 2010

Reflexiones en torno a la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial (LOOT).


Por. Luis Fdo. Acebedo R

El gobierno nacional presentó al Congreso la LOOT con mucha expectativa pero con poca sustancia. Más aún, sus contenidos dejan un ambiente de frustración y preocupación porque definitivamente no se logra avanzar en los aspectos fundamentales que permitan darle cuerpo y coherencia a unas leyes sectoriales, más parecidas a una colcha de retazos que a una verdadera política integral del ordenamiento territorial de la nación.

Hay muchas razones para pensar que esta iniciativa legislativa, apresurada y sin fundamentos conceptuales, será fuente de nuevos conflictos socio-territoriales, pero sobre todo, ambientales. Destaco las siguientes:

a. La ausencia de una visión integral sobre la sostenibilidad como eje estructurante de las relaciones entre naturaleza y cultura, base de la conformación del territorio. Más aún, la reproducción de una vieja concepción que sigue considerando el territorio como una simple mercancía. Esta absurda idea, dominante en el mundo empresarial y en las relaciones desiguales impuestas por los países desarrollados, ha sido la causante del calentamiento global y los daños al planeta.

b. La ignorancia sobre la diversidad del territorio colombiano y muy especialmente, el desconocimiento del territorio marítimo, aéreo y del subsuelo.

c. La negación de hecho y derecho de la diversidad cultural de la nación en cuanto a sus características multiétnicas.

d. La persistencia en ignorar la región como tendencia y expresión universal de una nueva manera de ordenar y administrar el territorio a partir de las redes de ciudades y sus componentes socio-culturales, naturales y ambientales. La imposibilidad real de avanzar en la Región como entidad territorial por los filtros burocráticos que debe sortear en la Comisión de Ordenamiento Territorial y el Congreso, antes de someter la iniciativa a Referendo popular.

e. El estímulo a un nuevo centralismo a partir de darle prerrogativas especiales a la constitución de una Región Administrativa y de Planificación –RAP- entre Bogotá, Cundinamarca y los departamentos contiguos, con personería jurídica, autonomía y patrimonio propio; características que no podrán tener los demás intentos de constitución de RAP en el país.

f. El énfasis en legitimar sistemas de contratación entre el nivel central, las RAP, los departamentos, áreas metropolitanas y municipios, como expresión de un nuevo clientelismo gubernamental y politiquería del más alto nivel, articulado directamente con las nuevas características de la creación del Fondo de Compensación Territorial y la redistribución de las regalías.

g. Las nefastas consecuencias que seguirá trayendo la práctica de ordenar el territorio a partir de los macroproyectos, cuyas características impiden la visión integral del territorio.

No parece ser una característica de “buen gobierno” despachar una ley de tanta trascendencia con un proyecto que por sus características, se parece más a una alternativa burocrática para gastar centralizadamente y a su antojo los abundantes recursos que supuestamente se avecinan por el incremento de las regalías generadas por el reforzamiento de Colombia como país exportador neto de recursos naturales. Pareciera que después de 200 años de independencia, el país seguirá siendo la gallinita de los huevos de oro del mundo industrializado.

Como suele suceder después del triunfalismo post-electoral, el “Pacto Ambiental Colombiano” firmado por el candidato Santos, pasa a la historia con la iniciativa legislativa de la LOOT del Ministro Vargas porque tanto el uno como la otra son incompatibles.

2 de septiembre de 2010

Manizales: Los hijos y las hijas del desconocimiento, y la crisis que debemos superar…

Vacaciones 2009 023
“Cuando el sujeto se eleva a crisis es su obligación pensar y actuar diferente”
Jaime Pineda
Nota del Editor: Hoy tengo el gusto de compartir este espacio con Carolina Jaramillo quien llegó al blog por el interés común de pensar el tema de la “ciudad del conocimiento” desde perspectivas tan atractivas como la juventud y la niñez. Espero que, al igual que yo, encuentren su artículo muy sugerente.
 
Por: Carolina Jaramillo Aguirre[1]
 
Manizales ha sido siempre la ciudad de las puertas abiertas porque es considerada como llena de gente buena, amable y trabajadora, sin embargo esta gente ha sido visiblemente vulnerada dado que en el año 2009 las puertas abiertas no fueron suficientes para librar a la ciudad del bochornoso premio de “La Ciudad con mayor índice de POBREZA del país”.
 
Y es que la pobreza no es sólo falta de trabajo, también deficiencia de inversión en los niños y las niñas, que propenda por garantizarles un ambiente de felicidad, amor y comprensión (Ley de Infancia y Adolescencia) y que de como resultado mayor desarrollo humano, una sociedad más justa e igualitaria y una mejor calidad de vida. En este sentido la pobreza tiene todo que ver en la comprensión del desarrollo humano desde la primera infancia, la niñez y la adolescencia porque valida la importancia de tener una sociedad equitativa e igualitaria, basada en la cultura de la honestidad, la lealtad y la responsabilidad inculcada desde la familia, la escuela y la protección del Estado.

Por lo anterior, es relevante dar a conocer el motivo de tanta pobreza…

VULNERACIÓN y DESPROTECCIÓN a los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes en la ciudad:

Según el diagnóstico de la política de niñez, infancia y adolescencia[2] “a noviembre 30 de 2007, Manizales contaba con 63.342 sisbenizados en el rango de edad de 0 a 17 años, lo que representa un 58% de los niños de Manizales. Esta situación justifica la necesidad de intervenciones intersectoriales para garantizar que esa proporción de infantes puedan obtener beneficios que les ayuden a igualar las condiciones de los niños y niñas de mejor calidad de vida”. En este sentido se vulneran los derechos de PROVISIÓN, los cuales se refieren a la integridad e identidad personal y al estatus legal como ciudadanos de un país.

Este mismo diagnóstico presenta grandes diferencias en tanto relación socio-económica por sectores de la ciudad, las cuales se aprecian en la tasa de mortalidad por régimen de salud “La mortalidad de los denominados “vinculados” o “población pobre no afiliada”, es 3.6 veces más alta que la tasa promedio en Manizales y 4 veces mayor que la de la población perteneciente al régimen contributivo” y aquí cabe una pregunta: ¿Será que la Ley de Infancia y Adolescencia hace diferencias socio-económicas para que una ciudad capital presente estos contrastes tan radicales sin temor alguno de lo que esta gente “buena” pueda reaccionar, pensar o quizás hacer al respecto? ¿Qué necesita esta ciudad para tener sus niños y niñas sanas y protegidas en un esquema de universalización de la salud?

Y además de la crisis de la salud, existe la GRAN crisis educativa; porque aunque se ha generado el proceso de bilingüismo, en la ciudad también se cerraron 6 instituciones educativas, ahora cerrarán 3 más, y se incrementó la deserción en la media vocacional y la básica secundaria primordialmente para los jóvenes de los estratos bajos, pues mientras los estudiantes de estrato medio tienen en promedio 12 años de educación, los de escasos recursos sólo alcanzan 7.2 años.

Esta brecha entre estratos socioeconómicos debe ser reducida por medio de políticas públicas de niñez, infancia y adolescencia que posibiliten equilibrar los años de educación indistinto a estrato, comuna o ingreso económico y que combatan directamente el cierre indiscriminado de las instituciones educativas, la extralimitación del libre desarrollo de la personalidad y la focalización de vulnerabilidad en dos o tres comunas de la ciudad. Cabe preguntar entonces, ¿esta es la ciudad eje del conocimiento o la ciudad desvirtuada del mismo?

Para finalizar surge una nueva pregunta: ¿Qué hay detrás de “tanta pobreza”? será una reforma educativa que deja de lado la Ética y Valores además de la Cívica y Urbanidad; una universalización de la salud que no responde a las necesidades de todos los niños y las niñas; y una convivencia de vulnerabilidad socioeconómica en donde se predispone el desarrollo humano a la familia, barrio o comuna a la cual hace parte; una ciudad en donde lo importante está desdibujado por un bonito lema “ciudad internacional de conocimiento con oportunidades para todos” y no en hechos reales que determinen conocimiento con salud, instituciones donde estudiar y familias las cuales respetar; además de oportunidad para adquirir mejor calidad de vida, justicia y equidad.

“Asistimos a un tiempo que da que pensar, lo preocupante es que NO pensamos”
Heidegger



[1] Trabajadora Social. Cristal de Sábila, Plaza de Mercado La Galería.
[2] Alcaldía de Manizales. Anexo 3, Políticas Trasversales.