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Introducción
En el centro del triángulo de oro, conformado por Bogotá, Medellín y Cali, las 3 ciudades más importantes del Colombia, se encuentra el Eje Cafetero, una región que gracias a su ubicación estratégica y demás potenciales fue muy atractiva para la fundación de centros poblados por parte de la colonización antioqueña. Las ciudades que la integran tuvieron un importante crecimiento económico y urbanístico, especialmente las capitales: Manizales, Pereira y Armenia, las cuales crecieron junto a municipios vecinos con los que, gracias a sus condiciones de cercanía, han conformado áreas metropolitanas. Como dice la ley 1625 del 29 de Abril de 2013, las Areas Metropolitanas son “entidades administrativas de derecho público, formadas por un conjunto de dos o más municipios integrados alrededor de un municipio núcleo”.
En el caso de Manizales, municipio núcleo, se ha consolidado de hecho un área metropolitana conformada por éste y Villamaría, pues ambos están separados únicamente por el río Chinchiná y funcionan prácticamente como una sola ciudad, donde muchos residentes de Villamaría trabajan y realizan muchas de sus actividades diarias en Manizales, al igual que una gran parte de quienes viven en los municipios de Chinchiná, Palestina y Neira, que debido a su cercanía dependen de ella en muchos aspectos. Éstos municipios en su geografía presentan una topografía especial con la cual conforman la cuenca del río Chinchiná del cual surgen varios ríos que marcan los límites entre ellos.
Como no hay un área metropolitana consolidada entre los cinco municipios de la sub-región centro sur, no hay un sistema de transporte que facilite la adecuada y económica movilidad por parte de los habitantes que se desplazan diariamente de un municipio a otro y los que viven en zonas rurales. Como dice el POT de Manizales, “Es clara la necesidad inminente de la implementación de un sistema de Transporte Metropolitano Integrado, agregando además que si la estructura vial no se adecua a la estrategia de competitividad del desarrollo, el atraso regional será cada vez mayor”.
Por otra parte, el POT de Manizales propone la consolidación de una Ecorregión, más allá de los tres Departamentos (Caldas, Quindio y Risaralda), incorporando a municipios del Tolima y Norte del Valle. En esta propuesta plantean diferentes programas y proyectos como “Ciudad Educadora”, “Preservación del patrimonio cultural”, “Proyecto forestal y plan de ordenamiento para la cuenca del río Chinchiná”, “Manizales, eje del conocimiento”, “Distrito turístico metropolitano”, “Seguridad alimentaria”, “Renovación urbana de los municipios”, “Aeropuerto de Palestina”, “Campo geotérmico del Ruiz”, proyectos de desarrollo vial entre las capitales, el puerto Tribugá, entre otros.
Los proyectos mencionados anteriormente le darían enormes beneficios a la región, el problema es que pocos de ellos se han llevado a cabo, y los que iniciaron han tenido un avance mínimo.
Análisis de resultados
El transporte intermunicipal está en posesión de manos privadas, las cuales lo tienen funcionando de manera que los beneficie económicamente, no con la intención de un beneficio colectivo y de un adecuado funcionamiento, razón por la cual no hay una integración de éste, y los costos de movilidad se duplican para quienes lo utilizan.
El único transporte intermunicipal que maneja precios razonables es el que comunica a Manizales con Villamaría, sin embargo está diseñado también para ser un negocio lucrativo, prestando un servicio regular, con rutas de extensión, recorridos innecesarios, y capacidad insuficiente para la cantidad de personas que moviliza. Actualmente se está construyendo un cable aéreo entre estas dos ciudades, el cual reducirá el tiempo de los trayectos, pero beneficiaría a sólo una pequeña parte de los habitantes de Villamaría, los que viven cerca de la plaza principal y se movilizan al centro de Manizales, además de que tampoco estaría integrado con las rutas de buses que requieren ser replanteadas.
Las cuencas hidrográficas, en especial la del río Chinchiná, tienen un elevado nivel de contaminación originada por los desechos que genera la actividad industrial, el sistema de alcantarillado, las mismas personas, entre otros; esta cuenca es la que delimita pero a la vez une a los municipios que conforman el área metropolitana a consolidar, y entre estos no se han llevado a cabo acciones oportunas para su protección y descontaminación, cuando la ley de áreas metropolitanas las establece como un deber.
En Manizales se ha presentado en los últimos años un auge de la actividad constructora, pero debido a la poca disponibilidad de lotes, ésta ha optado por continuar en las periferias de la ciudad o en los municipios vecinos, especialmente en Villamaría, porque es más económico construir. Este municipio tiene una vereda llamada La Florida, donde ha crecido la burbuja inmobiliaria, se están vendiendo propiedades a precios más altos de los reales, se está densificando sin control, con infraestructura vial y equipamientos insuficiente.
Los alcaldes de los municipios han avanzado en el proceso de la integración de la región metropolitana, pero esta integración se está llevando acabo buscando mayores beneficios para la ciudad núcleo y no un beneficio común, este es un proceso que requiere de mucho tiempo, y la administración en su mayoría piensa sólo en lo que se pueda hacer para el corto plazo.
Propuesta y conclusiones
La consolidación del área metropolitana de la región centro sur se debe llevar a cabo no con la intención de beneficiar más a Manizales, sino con la intención de un beneficio equitativo, aprovechando los recursos económicos producto de esta unión con los cuales se realicen proyectos para fortalecer la salud, la educación y el bienestar de las personas, generando un sistema de transporte público intermunicipal integrado con el interurbano, manejando los mismos precios, mejorando el estado de las vías y si es posible, usar medios de transporte alternos usados anteriormente como el tren o el cable aéreo.
Manizales y todo el paisaje que la rodea tiene un enorme potencial turístico que es poco explotado, junto a las políticas ambientales, la descontaminación de quebradas y ríos y el mejoramiento de los ecoparques se puede generar espacio público efectivo enfocado a aprovecharlos adecuadamente, volviéndolos atractivos tanto para los habitantes como para los turistas.
La cercanía de las capitales del Eje Cafetero y su ubicación en el corazón del triángulo de oro es otro potencial no aprovechado, pues sumando la población de las tres ciudades junto con sus respectivas áreas metropolitanas y ciudades conectoras alcanzan aproximadamente dos millones de habitantes, con lo que podrían ser la cuarta ciudad principal. Cada una, en vez de competir con las demás, podría desarrollar su mejor potencial económico y productivo, como el comercio de Pereira, el Turismo de Armenia y la Educación de Manizales, elaborar un plan integral turístico para todo el eje cafetero, eliminar la barrera entre ciudades con un transporte más económico y funcionar como una gran área metropolitana.
Bibliografía
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