Por: Luis Fdo. Acebedo R.
En pocas semanas culminará una obra que en nuestra modesta opinión nunca debió construirse. Se trata del mal llamado “Paseo de los Estudiantes”, entre las comunas Palogrande y Universitaria de la ciudad de Manizales, en donde se concentra el mayor núcleo de universidades públicas y privadas de la ciudad. Probablemente encontraré muchos contradictores a esta tesis y no faltarán razones para contra argumentarme. Sin embargo, tengo opiniones de peso que quiero compartir con mis amigos y uno que otro ciudadano que por casualidad se haya interesado en este texto.
En el año 2006 nos sorprendió gratamente el llamado que la administración municipal le hizo a la Universidad Nacional para diseñar el Paseo de los Estudiantes sobre la Avenida Lindsay, un importante eje que une el edificio de El Cable en donde se localiza la Escuela de Arquitectura y Urbanismo, con las sedes universitarias más importantes de la Universidad Nacional y la Universidad de Caldas. Y digo que la sorpresa fue grata porque la iniciativa vino de uno de los alcaldes que probablemente haya desarrollado el mayor número de obras en la ciudad en épocas recientes, pero también el más abiertamente opositor a los procesos de planeación urbana, lo cual da testimonio de que muchas obras no necesiariamente representan un buen urbanismo. Es que uno de los mayores anhelos de este burgomaestre era acabar con la secretaría de planeación municipal. No se diga más.
La Escuela de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional asumió inmediatamente este compromiso como un proyecto de extensión solidaria por la importancia estratégica que dicho proyecto tenía dentro de la idea de hacer realidad esa loable iniciativa de transformar a Manizales en un “eje del conocimiento” y una "ciudad universitaria", dos conceptos sobre los que se ha hablado mucho pero se ha concretado poco, al menos en cuanto al diseño de unas políticas públicas se refiere.
La universidad cumplió con un proyecto que hizo honor al nombre y a las determinantes inicialmente propuestas por la administración, y adicionalmente, planteó unos lineamientos básicos para un plan urbanístico que posibilitara abordar la tarea en una escala intermedia con el fin de articular las diferentes sedes universitarias, institutos, colegios y centros de investigación e innovación a la malla urbana y ambiental de la ciudad. Más de 20 mil estudiantes de bachillerato y universidad caminan diariamente por las calles del sector, amenazados constantemente en su integridad física por una deficiente oferta de espacio público en medio de un gran volumen de vehículos circulando por las calles. Ellos hacen parte de un 30% de personas que definitivamente se movilizan a pie por la ciudad.
El principal aporte fue haber propuesto un sistema de espacio público bimodal en donde se separaba claramente el flujo peatonal del vehicular, facilitándole a los estudiantes un acceso amplio y seguro a sus centros educativos, y adicionalmente, estableciendo una conectividad peatonal con el estadio de fútbol, recientemente construido, aunque incumpliendo todas las normas internacionales de espacio público y equipamientos complementarios que una infraestructura de esta naturaleza requiere.
El proyecto, abalado inicialmente por la municipalidad y socializado en diferentes foros, fue finalmente archivado ante las objeciones planteadas por un puñado de comerciantes que argumentaron un perjuicio económico de sus negocios debido a la suspensión de unos cuantos cupos de parqueo sobre la vía. El alcalde rápidamente cambió la esencia del proyecto y pasó del “paseo de los estudiantes” a lo que nosotros hemos llamado “el parqueo de los comerciantes”. Es decir, de una solución soportada en la dignificación del peatón y en aumentar significativamente las calidades del espacio público, garantizando la movilidad vehicular, a otra cuya característica es la venia genuflexa al vehículo particular, manteniendo las dificultades de accesibilidad peatonal a los centros universitarios y demás equipamientos públicos de escala municipal y regional. Las diferencias saltan a la vista. Finalmente, la administración municipal hizo mutis por el foro y como un verdadero saltimbanqui regresó con un libreto a la medida de los mercaderes.
La miopía de los líderes políticos que administran la ciudad no tiene límites. De un tajo, desapareció la única posibilidad que existía de avanzar en una solución de integración urbanística de los campus universitarios con la ciudad, inspirado en la defensa de los intereses públicos y colectivos. El mercado le impuso sus reglas al conocimiento, y éste, vacilante, tímido e inseguro, se quedó sumido en las aulas, expectante. Hay que reconocerlo, faltó liderazgo, iniciativa y capacidad de respuesta colectiva de las instituciones educativas para buscar soluciones de fondo. Valió lo mismo ocho que ochenta.
Ya no habrá paseo de los estudiantes, tan sólo un intercambiador vial con algún mejoramiento de las aceras existentes. Sin embargo, la ciudad y los ciudadanos aún esperan una respuesta más proactiva de las universidades para liderar nuevos proyectos, así sean remediales en temas muy diversos que hagan de este segmento de ciudad un territorio verdaderamente inteligente. Para ello la universidad tendrá que superar la idea obsoleta de campus especializado para asumir el reto de integrar la universidad a la ciudad y la ciudad a la universidad.
25/06/09
Muy buena la iniciativa de tu blog, son temas de gran interes, con posturas criticas y de soporte conceptual e investigativo.
ResponderEliminarFELICITACIONES¡¡¡¡¡
Buenisimo el articulo, totalmente de acuerdo, se sigue construyendo ciudad para los vehiculos más que para las personas. Y ninguna entidad o universidad se compromete con una visión más humanista de la planeación de "ciudad"
ResponderEliminarHola Luis Fernando,
ResponderEliminarMuy interesantes los artìculos. En especial este porque me pones al tanto del desenlace del tal "paseo". Otra chambonada màs. Manizales se convirtiò en un museo de chambonadas.
No hay obra que se pueda calificar de decente en los ùltimos 60 anos!!! Para los estudiantes de urbanismo, Manizales es un exelente ejemplo de "còmo no debe planearse una ciudad".
Y lo peor de todo es que los ponen a ustedes a botar corriente en diagnosticos y disenos que estos "burgomaestres" modifican de un dìa para otro con argumentos chimbos.
El principal problema que deben afrontar los urbanistas en Colombia es la "miopìa" de los que deciden, que en ùltimas salen siendo muy precisos y efectivos cuadrando tajadas.
Por eso este tipo de blogs tienen mucho valor, porque en las discusiones de La Patria no veo sino opiniones distorsionadas.
Un saludo al grupo de Arquitectura y Ciudad del Cable.